Leave it to Chance

Serie escrita por James Robinson y ilustrada por el dibujante Paul Smith, fue publicado por Image Comics entre 1996-99. Ambos autores ya habian colaborado en la imprenscindible JLA: La Edad de Oro, donde nos contaban de forma sombria y adulta  la historia de los justicieros de la Golden Age después del fin de la II Guerra Mundial.
Sin embargo en esta obra los autores cambian de estilo para narrarnos las aventuras de Chance Falconer, la hija adolescente del famoso investigador paranormal Lucas Falconer, y la mascota de la chica, un dragoncito llamado San Jorge.
Ambientado en una ciudad Devil´s Echo donde los elementos sobrenaturales son bastante comunes, y la existencia de monstruos, fantasmas y demonios es aceptada como algo natural por los ciudadanos. La joven Falconer sueña con continuar con la tradición y que su padre la aleccione en temas exotéricos, ya que al llegar a los 14 años, generación tras generación el primogénito debe cumplir su destino para ser el futuro protector de la ciudad.
Sin embargo el padre considera que este es un trabajo muy peligroso para la chica, ya que hace tiempo perdió a su mujer en un incidente contra las fuerzas del mal. En cambio, sugiere que la tradición debe saltar una generación, y Chance debe conocer a un hombre, casarse y tener un hijo, a quien Lucas entrenará en su lugar.

Pero Chance no está dispuesta a aceptar esta decisión, desea cumplir su sueño y aprovechándose de la asusencia de su padre de la ciudad y rodeada de un variopinto elenco de secundarios, se enfrentará con tenacidad y valor a su primer caso como detective de lo sobrenatural. Descubrirá una conspiración para destruir la ciudad por parte de un viejo enemigo de su padre y en cuya implicación están una serie de politicos corruptos, aunque su batalla más cruenta será contra un enorme y maléfico sapo creado por un chamán. Saldrá victoriosa ganándose el respeto de toda la ciudad incluido su padre.

Historias sencillas y divertidas, sin más pretensión que agradar a todos los públicos, donde por encima de todo destaca el arte de un Smith en estado de gracia. Como dato curioso, la joven tiene cierto paralelismo con la mutante adolescente Kitty Pride y de hecho el dragón de Chance se parece a Lockeed, creado por Claremont y el propio Smith en The Uncanny X-Men # 166 (febrero 1983).
La serie fue premiada en 1997 con los premios Harvey y Eisner a la mejor serie nueva.

Konga

Gran Bretaña 1960
Director: John Lemont.
Productora: Merton Park/Herman.
Productor: Herman Cohen.
Guión: Kenneth Langtry (Aben Kandel).
Fotogrfía: Desmond Dickinson.
Intérpretes: Michael Gouhg, Margo Jons, Jess Conrad, Claire Gordon, Austin Trevor, Jack Watson.
Duración: 90 minutos. Color.

En uno de sus viajes cientificos por la sabana africana, el doctor Charles Decker (Michael Gough), un brillante biólogo británico, recoge a un pequeño chimpancé, así como un desconocido fluido vegetal con increibles propiedades capaces de agrandar de forma increible el tamaño de cualquier animal.
Una vez en Londres, la novia de Decker, Margaret (Margo Johns), despechada y furiosa por las atenciones que su amado parece dedicar a la joven y bella Sandra Banks (Claire Gordon), suministrará al pequeño primate de nombre Konga, una sobredosis de la potente substancia agigantadora, convirtiéndose de repente en una especie de King Kong, de hecho para no ser menos que su famoso predecesor, Konga también escalará un gran edificio y estando en la capital del imperio, que mejor que auparse al Big Ben.

Las múltiples torpezas acumuladas durante todo el metraje en dirección, interpretación, diálogos, ritmo y efectos especiales, reducen el pretendidamente apoteósico climax a un instante de ridiculo supremo, sobre todo si se compara lo pedestre de sus trucajes con los obtenidos por la pelicula clásica de 1933.

Con todo, la cosa podia haber sido aún más bochornosa si el productor, Herman Cohen, hubiese titulado el film como tenia previsto en un principio: I Was a Teenage Gorilla, como forma de atraer al público juvenil que ya le dejará sus buenos beneficios con los Teenage Werewolf y Frankenstein.
En un papel secundario, como estudiante que ayuda a vencer al monstruo, encontramos al por entonces idolo pop Jess Conrad.

Triunfo y Tormento

Novela gráfica realizada en 1989, por el guionista Roger Stern y el dibujante Mike Mignola, donde ambos autores unen al Doctor Extraño a uno de los villanos más emblemáticos, el Doctor Muerte.
Atormentado por el alma de su madre, atrapada en el infierno por Mephisto, Muerte añora liberarla de la eterna condenación a la que está sometida, año tras año intenta salvarla con todas sus fuerzas de su cautiverio, pero acaba fracasando.
Aunque un atisbo de esperanza se apodera de él, cuando el Doctor Extraño esté obligado a ayudarle, pues tiene que cumplir una promesa realizada durante un torneo de hechiceros al anciano Genghis.
Asi ambos se adentran en el mismísimo infierno, donde son atacados por las fuerzas del mal. Durante la cruenta batalla ambos son separados y Muerte es tentado por Mephisto, si traiciona a su aliado el demonio le devolverá el alma de su madre. ¿Será Muerte capaz de negociar con el demonio o hay algo más?

Roger Stern guionista de gran recorrido, con etapas fundamentales en serie como Los Vengadores, Spiderman o Doctor Extraño, nos muestra todo su talento, creando uno de los mejores cómics de su extensa carrera, con un Muerte capaz de todo para llegar a sus fines, pero también nos muestra al personaje como un hombre de honor, nunca habiamos visto los sentimientos del hombre tras la máscara, consiguiendo algo impensable que el villano transmita humanidad.

También en hábiles flasbacks nos muestra como la madre de Muerte se sacrifica por su pueblo, vendiendo su alma al diablo, solo para ser engañada por este. Y como afectaron estos hechos al niño que más tarde seria el Doctor Muerte, no solo relata el origen del villano, si no que hace lo propio con el Hechicero Supremo, todo ello contado sin romper el ritmo de la obra.

Mignola se emplea a fondo, en una historia que le viene como anillo al dedo, oscuridad, infierno, demonios, justo lo que después le llevaria a la cima con Hellboy. En esta serie nos muestra toda la fuerza de su arte, con una narrativa impecable y un dibujo detallista, demostrando que sin engorrosos plazos de entrega su dibujo gana en calidad.
Obra realizada por dos autores que conocen su oficio dando muestras de solvencia, Triunfo y Tormento es un cómic indispensable de los que llegan al lector y te queda en la retina durante mucho tiempo.

The Monster Maker

USA 1944
Director: Sam Newfield.
Productora: PRC.
Productor: Sigmund Neufeld.
Guión: Pierre Gendron, Martin Mooney.
Fotografía: Robert Cline.
Intérpretes: J.Carrol Naish, Ralph Morgan, Wanda McKay, Tala Birell, Glenn Strange.
Duración: 64 minutos. B/N.

J.Carrol Naish, un histórico de la serie B especializado en interpretar villanos, orientales, mexicanos, indios, jorobados y demás personajes característicos del cine de género, es aquí un bioquímico que realiza horribles experimentos en plan "más allá de los limites del conocimiento humano".
Cuando su declaración amorosa a la hermosa Wanda Mckay no produce el efecto deseado, el despechado cientifico inyectará, para vengar su rechazo, al padre de la chica, Glen Strange (otro mito del fantástico al interpretar al monstruo de Frankenstein en tres ocasiones durante los años 40) gérmenes de acromegalia.
Como el papá de la belleza, resulta ser un afamado concertista de piano, la espantosa deformidad, sobre todo localizada en rostro y manos, no resulta beneficiosa para su rutilante carrera musical, sumiendo al hombre en un estado de desesperación sólo remediable con la intervención de Naish. Las exigencias de éste, por supuesto, afectarán a la joven, quien tendrá que ceder a los devaneos amorosos del mad doctor, para conseguir la curación de su padre.

Uno de los films de horror médico más conocidos de los 40, aunque poco convincente, pese a los esfuerzos del dúo protagonista, el fallo tal vez fuera el chocante maquillaje y la impericia de su director, Sam Newfield, uno de los más prolificos cineastas norteamericanos, el cual realizaría por aquellos años un puñado de peliculas de terror junto al convincente George Zucco, Mad Monster (1942), The Black Raven (1943), Dead Menwald (1943), The Flyng Serpent (1946).

The Academy Umbrella: Suite Apocalíptica

Tomo de Norma que recoge los seis primeros números de la serie creada por Gerard  Way y Gabriel Bá, The Umbrella Academy. En este primer arco argumental titulado Suite Apocalíptica, nos cuentan como sin previo aviso nacen el mismo dia y a la misma hora  43 niños, la mayoria de madres solteras que no sabian que estaban embarazadas y todos ellos con algún  poder excepcional.
El filántropo Sir Reginald Hargreeves, alias "El Monóculo", localiza con vida a siete de los pequeños, a los cuales adiestra para salvar el mundo contra grandes amenazas. A la muerte de su mentor, los jóvenes que hace tiempo que se han separado, vuelven a la vieja mansión para despedir a Sir Reginald, cuando descubren un peligro capaz de destruir el mundo, aunque desconocen que será uno de los suyos el causante de la tragedia.
El guionista Gerard Way, lider del grupo musical The Chemical Romance, usando un gran amasijo de influencias populares que abarcan peliculas, cómics y viejas series televisas, crea una obra de superhéroes diferente y extraña, no inventa nada, ya que el grupo de niños o adolescentes con mentor que los guie y entrene ya fue usado en series como los X-Men, pero lo atractivo de este obra es su forma de contarlo, ya que la interacción de los personajes, un grupo de jóvenes totalmente hostiles entre si, los cuales pese a llamar padre a su mentor, la mayoria le odia, les hace a nuestros ojos un grupo diferente.

 

Sus trajes y poderes son verdaderamente originales, tambiém Way maneja muy bien los flashback para darnos información relevante sobre la vida y las desavenencias de los protagonistas, que tendrán gran importancia en el presente.
Gráficamente el brasileño Gabriel Bá, autor de un trazo cargado de expresividad y dinamismo, seguidor del arte de Mignola y su Hellboy, obra que toma como referente sin ningún rubor, aunque él tiene la suficiente personalidad para transcender del simple plagio, creando un dibujo muy personal, todo potenciado por el gran trabajo realizado en el color por Dave Stewart y las espléndidas portadas de James Jean.

Pese a provenir de otro medio, Way demuestra que el cómic no es algo desconocido para él, creando una obra extraña, atrevida y que pese a contar cosas comunes al género superheroico, sus autores saben hacer que parezcan diferentes, aportando frescura y sobre todo mucha diversión, cosa de agradecer en estos tiempos dificiles.

V-Man

Uno de los abanderados menos conocidos de la Golden Age fue sin duda V-Man, la V que el personaje lleva en el pecho provenia del signo hecho por los soldados, la "V" de la Victoria.
Surgió en en el magazine V...-Comics # 1 (enero 1942), de la editorial Fox Syndicate,  donde compartia aventuras con otros superhéroes igual de patrióticos y horterillas, fue creado por Jay Foster y Ramona Patenaude, la serie sólo duró dos números y en marzo del mismo año fue suspendida.
Jerry Steele era un as del aire americano que luchó por su país durante la Segunda Guerra Mundial. En una de sus misiones terminó transportando por los territorios ocupados, a un importante miembro de una organización secreta anti-nazi, conocida como el V-Grupo, pero por desgracia para él fue capturado por los nazis. Fue torturado y transportado a un campo de concentración; durante su cautiverio, descubrió un intento de fuga de los prisioneros, Jerry distrajo a los nazis para darles a sus compañeros el tiempo suficiente para escapar, los nazis enfurecidos lo matan y arrojan su cuerpo fuera del campamento.

Horas más tarde, un misterioso campesino, devuelve la vida al joven usando una misteriosa pócima secreta, lo escondió de las patrullas alemanas y lo llevó a su cabaña, donde le informó de que era el lider del  V-Group. Durante los tres meses siguientes, trató a la joven piloto con productos químicos secretos hasta que este se recuperó.
Una vez que Jerry recupera de nuevo su fuerza, el padre Duroc (nombre del misterioso personaje) le dio un traje mágico que le dio mayor poder tanto fisico como mental, y le otorgó una misión, defender a los débiles y oprimidos del mundo.

De vuelta a su pais y con el nombre de V-Man, contactó con un grupo de jóvenes patriotas de la localidad y crearon una organización conocida como V-Boy, los cuales iban vestidos con un jersey de lana con la inefable V en el pecho. El nuevo superhéroe se comunicaba con ellos mediante un enlace de video que llevaba en su anillo, aunque nadie sabe de donde lo obtuvo. Su chica era Ginder Dare, la cual no conocia su identidad secreta.
En fin, todo el personaje e incluso la historia de su origen era un auténtico despropósito, por lo cual no es de extrañar que durara sólo dos miseros números.

Robinson Crusoe On Mars

USA 1964
Director: Byron Haskin.
Productor: Aubrey Schenck para Paramount.
Guión: Ib Melchior y John C.
Fotografía: Winton Hoch.
Música: Nathan Van Cleave.
Efectos especiales: Lawrence w. Butler.
Maquillaje: Wally Westmore y Bud Bashaw.
Intérpretes: Paul Mantee, Victor Lundin, Adam West.
Duración: 109 minutos, color.

Es problabe que Ib Melchior, guionista principal de esta curiosa Serie B de los primeros 60 y que todavia mantiene buena parte del espiritu de la década anterior, conociera la novela de Rex Gordon No Man Friday, con la que el autor homenajeba a Daniel Defoe, situando a un nuevo Robinson de la era espacial en un desolado Marte.
Al fin y al cabo, Melchior era también un prolifico escritor de relatos de ciencia ficción, aunque no desdeñara ni los guiones ni tampoco el ponerse detrás de las cámaras en producciones tan exóticas como The Angry Red Planet (1960).

El caso es que, con su Viernes y una mascota (la monita Mona) esta pelicula del habitual colaborador de George Pal, Byron Haskin, se mantiene hoy dia, a pesar de su ingenuidad y su pobreza de medios, gracias a que es lo bastante fresca y divertida como para merecer un hueco dentro de la historia del género.

Contribuyen a ello sus famosos decorados naturales, del no menos famoso Valle de la Muerte y el sentido de humor de sus protagonistas, entre los que se incluyen Adam West, que más tarde se haría famoso gracias a la serie televisiva de Batman, además de unas cuantas naves espaciale, que son rescatadas de La guerra de los mundos (1953).

El Capitán América de Steranko

Un agobiado Jack Kirby abandonó la colección del Capi para concentrar sus esfuerzos en Thor y The  Fantastic Four, su sustituto fue el joven Jim Steranko, que ya habia sorprendido a los lectores con su trabajo en  la serie de Nick Fury, Agent of SHIELD.
Asi en The Captain America # 110 (febrero 1968) se hace cargo de las aventuras del Capitán América como autor completo, curiosamente sólo estuvo al frente de la colección durante tres números, ya que en en el 113 (mayo 1968) abandonó la serie.
Quizás estas no sean la mejores historias del Capi, pero fueron toda una revolución gráfica, Steranko cuyas atrevidas innovaciones en materia de composición y diseño rupturista, aportaron a la serie del abanderado frescura, llenándolo todo de un delirante pop art.
Estos tres números som impactantes desde su comienzo, donde vemos a Steve Rogers fumándose un cigarillo en un sombrio callejón. En esta primera aventura se enfrentará a Hulk, y de paso salva la vida a Rick Jones, que acaba poniéndose el traje de Bucky Barnes y asi el chico pasa a ser el nuevo compañero del héroe. Pero aun hay más, está la misteriosa Madame Hidra cuyo rostro desfigurado tapa con su pelo y todo lleno de acción a raudales, con un Capi más elástico y contorsionista que nunca.

El guión es relativamente bueno, pero el mérito del autor está en la parte gráfica, Steranko transformó la composición de página, asi jugo con el tiempo y el espacio, sirviéndose de una insólita disposición de las viñetas y utilizó la técnica de incluir anuncios periodisticos y posters en su búsqueda del espacio definitivo. Supervisaba el coloreado de sus páginas y portadas, que a veces creaban ilusiones ópticas, incluso tuvo tiempo en estas historias del Capi de crear ilusiones oníricas al estilo de Dali.

Como comenté antes, Steranko abandonó la serie tras tres números, la causa fue el nº 112, Stan Lee preocupado por la lentitud del autor y con el tiempo de entrega echándose encima, contacta un viernes con Jack Kirby, le pide que el lunes tenga una historia dibujada del Capi, esta historia sería un fill-in donde se repasaba la vida del héroe y asi el dia señalado Kirby tenia la historia terminada.
Esto da una idea de la rapidez de Kirby, el caso es que la desconfianza del editor molestó muchisimo a Steranko que tras entregar su número abandonó Marvel.

Sin duda esto fue una gran pérdida, ya que estariamos hablando de un etapa gloriosa al frente del Capitán América, pero Steranko era demasiado perfeccionista para estar sometido a plazos de entrega; eso si, nos dejó en estos tres números una auténtica joya, llena del singular concepto gráfico de un autor que el tiempo no ha hecho más que agrandar.

The Space Children

USA 1958
Director: Jack Arnold.
Productora: William Alland Productions.
Productor: William Alland.
Guión: Brenard C. Schoenfeld.
Fotografía: Ernest Laszlo.
Efectos especiales: John  P. Fulton.
Intérpretes: Adam Williams, Peggy Weber, Michael Ray, Jackie Coogan, John Crawford.
Duración: 69 minutos. B/N.

Pelicula decididamente extraña, aislada en medio de la enmarañada e irregular filmografía de Jack Arnold, The Espace Children es una extravagante fábula pacifista y bien intencionada, cuyo único valor está en su falta de pretensiones.
Una suerte de supercerebro alienígena, poseedor de un aspecto horripilante pero de sentimientos antibelicistas, usas sus grandes poderes telepáticos para contactar con unos crios que viven en una base militar desde la que se realizan todo tipo de lanzamientos balisticos.
Los chavales, vástagos de los técnicos y cientificos que trabajan en el centro espacial, consiguen evitar el lanzamiento de una gigantesca bomba de hidrógeno, último grito en elementos de destrucción masiva.

Después de manipular a los jovenes para tan honroso menester, el telépata del espacio exterior se da por satisfecho y se marcha de la base, sin duda en busca de nobles causas que merezcan su atención. Film, por tanto, de inusual mensaje en la época de su creación. The Space Children cuenta con un interesante valor añadido, en cierto modo inaugura el microgénero de la aventura de ciencia ficción protagonizada por niños, recuperado con profusión en la década de los ochenta por el cine de alto presupuesto