La serie surgió en la revista Super As, publicada para toda Europa por la
editorial Alemana Koralle; la primera entrega fue en los números 11-19 de la
misma en 1979. Los dos primeros números fueron guionizadas por el mitico
Jean-Michel Charlier (Barbarroja, Blueberry). Tras el fracaso de la revista y
posterior cierre de la misma, unido al fallecimiento de Charlier, la obra pasó a
ser guionizada por Guy Vidal, mientras que la parte gráfica corrió a cargo del
gran Victor de la Fuente.
Aunque no es un tipico Western, ya que por sus páginas circulan elementos contemporáneos como automóviles o una primitiva avioneta, tiene todos los elementos del mismo, como dos pintorescos protagonistas formados por Pete un forajido obsesionado con el dinero y Chett el piloto todo un gentelman que se mueve por impulsos más altruistas, estos dos adorables bribones, recuerdan y mucho a los protagonistas del film Dos Hombres y un destino (1969), interpretado por Paul Newman y Robert Redford, donde se hacia un repaso a la vida de dos famosos fuera de la ley, Butch Cassidy y Sundance Kid.
Este tono crepuscular y desmitificador, les viene que ni anillo al dedo a nuestros personajes, ya que estos se mueven por un marco tan complejo como la revolución mexicana, donde la vida de cualquiera de los vencidos era cobrada en un paredón de fusilamiento. Ambos se conocen a punta de pistola, ya que Pete obliga a Chett a cruzar a la fuerza en su avioneta el Rio Grande, frontera entre México y Estados Unidos, donde tras diversos cambios de bando acabarán enrolados en la huestes de Pancho Villa y asi sus vidas quedarán enraizadas con las del famosos revolucionario.
Charlier y más tarde Vidal nos ofrecen entre aventuras sin fin, una ajustada lección de historia, donde progresivamente van colocado como villano al cruel y despiadado General Huerta y demás militares sublevados, que en el futuro acabarán con la vida del presidente electo Francisco Madero y ocuparán su lugar, al frente de la nación.
Mientras, por el camino se enamorarán y pelearán por la misma mujer, Dolores, una dama dura de pelar y tendrán tiempo de compartir aventura con un anciano, pero todavia rápido con el revolver, Blueberry.
Toda la historia está dibujada, por el asturiano Victor de la Fuente (Sunday, Haxtur), sin duda uno de los más grandes dibujantes de nuestro cómic, proveniente de una saga familiar dedicada al medio, ya que sus hermanos también eran dibujantes.
Aunque no es un tipico Western, ya que por sus páginas circulan elementos contemporáneos como automóviles o una primitiva avioneta, tiene todos los elementos del mismo, como dos pintorescos protagonistas formados por Pete un forajido obsesionado con el dinero y Chett el piloto todo un gentelman que se mueve por impulsos más altruistas, estos dos adorables bribones, recuerdan y mucho a los protagonistas del film Dos Hombres y un destino (1969), interpretado por Paul Newman y Robert Redford, donde se hacia un repaso a la vida de dos famosos fuera de la ley, Butch Cassidy y Sundance Kid.
Este tono crepuscular y desmitificador, les viene que ni anillo al dedo a nuestros personajes, ya que estos se mueven por un marco tan complejo como la revolución mexicana, donde la vida de cualquiera de los vencidos era cobrada en un paredón de fusilamiento. Ambos se conocen a punta de pistola, ya que Pete obliga a Chett a cruzar a la fuerza en su avioneta el Rio Grande, frontera entre México y Estados Unidos, donde tras diversos cambios de bando acabarán enrolados en la huestes de Pancho Villa y asi sus vidas quedarán enraizadas con las del famosos revolucionario.
Charlier y más tarde Vidal nos ofrecen entre aventuras sin fin, una ajustada lección de historia, donde progresivamente van colocado como villano al cruel y despiadado General Huerta y demás militares sublevados, que en el futuro acabarán con la vida del presidente electo Francisco Madero y ocuparán su lugar, al frente de la nación.
Mientras, por el camino se enamorarán y pelearán por la misma mujer, Dolores, una dama dura de pelar y tendrán tiempo de compartir aventura con un anciano, pero todavia rápido con el revolver, Blueberry.
Toda la historia está dibujada, por el asturiano Victor de la Fuente (Sunday, Haxtur), sin duda uno de los más grandes dibujantes de nuestro cómic, proveniente de una saga familiar dedicada al medio, ya que sus hermanos también eran dibujantes.
Con una ambientación exquisita y detallada consigue transportarnos sin
dificultad a una época tan cruenta y salvaje, logrando que todas las viñetas
rebosen dinamismo, sus vistas aéreas sobre batallas realizadas desde las
perspectiva de la avioneta son francamente impresionantes.
Victor de la Fuente, ha tenido gran influencia en artistas tan ilustres como Walter Simonson, Richard Corben o Al Williansom, este último le puso el nombre del autor a uno de sus hijos.
Obra entretenida y en algunos momentos brillante, que habla muy bien del hacer de sus creadores, aunque quedó incompleta, ya que la última historia no llegó a producirse. Con todo ello es una serie muy recomendable.
Victor de la Fuente, ha tenido gran influencia en artistas tan ilustres como Walter Simonson, Richard Corben o Al Williansom, este último le puso el nombre del autor a uno de sus hijos.
Obra entretenida y en algunos momentos brillante, que habla muy bien del hacer de sus creadores, aunque quedó incompleta, ya que la última historia no llegó a producirse. Con todo ello es una serie muy recomendable.
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