Para analizar esta obra hay que hacer memoria en dos films menores de la
Universal. Cuando el ciclo protagonizado por el monstruo de Frankenstein se
agotó, la famosa productora dedicó sus esfuerzos a diseñar una serie de
peliculas, en que la criatura se enfrentaba a otros ilustres monstruos de la
casa.
La más celebre de estos subproductos fue sin duda House of Frankenstein (1944), un cóctel irrespetuoso, con un guión de minima densidad, donde el patético monstruo (Glenn Strange) se topa con Drácula ( John Carradine), el Hombre Lobo ( Lon Chaney Jr.) y un malvado doctor interpretado por Boris Karloff.
El resultado final de esta propuesta tan poco sugerente, fue más parecido a un espectáculo de feria, que un homenaje a los clásicos indiscutibles de una década atrás. La discreta recaudación de la pelicula, no impidió que la productora repitiera estrategia en House of Dracula (1945), otro producto de serie B.
Todo esto viene a cuento por que Mignola, en el prólogo de la obra, comenta que estas peliculas fueron su inspiración para este cómic, pero no solo la historia bebe de los viejos monstruos de la Universal, si no también rinde homenaje al robusto luchador mexicano con la máscara plateada llamado, Santo.
Con esta extraña mezcolanza consigue una obra divertida y entretenida, que continua y amplia los conceptos empleados en el cómic, Hellboy in Mexico (2010).
México a mediados de los años 50, hundido por la pérdida de un amigo, luchador en el ring y cazador de vampiros, la vida de nuestro demonio se convierte en un torbellino de alcohol y puños, así desafiado por un mad doctor debe aceptar un último combate, donde no sólo su vida está en juego si no también la de una joven dama.
En esta fase de la historia se emplea a fondo con un monstruo digno heredero de Frankenstein, asi como un Hombre Lobo y un vampiro que no desmerece del Drácula más clásico.
El dibujo corre a cargo de uno de los grandes del medio Richard Corben, increible la madurez del autor, que sigue dando magistrales lecciones de dibujo, domina como nadie la creación de atmósferas, sólo él es capaz de conseguir de lo cotidiano y familiar algo extraño y aterrador, deslumbrante trabajo de un autor en estado de gracia, no me quiero olvidar del magnifico colorido de Dave Stewart.
La más celebre de estos subproductos fue sin duda House of Frankenstein (1944), un cóctel irrespetuoso, con un guión de minima densidad, donde el patético monstruo (Glenn Strange) se topa con Drácula ( John Carradine), el Hombre Lobo ( Lon Chaney Jr.) y un malvado doctor interpretado por Boris Karloff.
El resultado final de esta propuesta tan poco sugerente, fue más parecido a un espectáculo de feria, que un homenaje a los clásicos indiscutibles de una década atrás. La discreta recaudación de la pelicula, no impidió que la productora repitiera estrategia en House of Dracula (1945), otro producto de serie B.
Todo esto viene a cuento por que Mignola, en el prólogo de la obra, comenta que estas peliculas fueron su inspiración para este cómic, pero no solo la historia bebe de los viejos monstruos de la Universal, si no también rinde homenaje al robusto luchador mexicano con la máscara plateada llamado, Santo.
Con esta extraña mezcolanza consigue una obra divertida y entretenida, que continua y amplia los conceptos empleados en el cómic, Hellboy in Mexico (2010).
México a mediados de los años 50, hundido por la pérdida de un amigo, luchador en el ring y cazador de vampiros, la vida de nuestro demonio se convierte en un torbellino de alcohol y puños, así desafiado por un mad doctor debe aceptar un último combate, donde no sólo su vida está en juego si no también la de una joven dama.
En esta fase de la historia se emplea a fondo con un monstruo digno heredero de Frankenstein, asi como un Hombre Lobo y un vampiro que no desmerece del Drácula más clásico.
El dibujo corre a cargo de uno de los grandes del medio Richard Corben, increible la madurez del autor, que sigue dando magistrales lecciones de dibujo, domina como nadie la creación de atmósferas, sólo él es capaz de conseguir de lo cotidiano y familiar algo extraño y aterrador, deslumbrante trabajo de un autor en estado de gracia, no me quiero olvidar del magnifico colorido de Dave Stewart.
Historia simple, pero ejecutada magistralmente por dos grandes creadores,
también funciona como un sentido homenaje a los monstruos clásicos de la
Universal, por ponerle un pero este seria su poca duración, lástima porque la
obra es altamente estimulante.
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