La obra está compuesta de cuatro relatos, con diferentes épocas de la vida de Josephine, asi la historia comienza en 1936 en Texas durante el periodo conocido como la Gran Depresión, donde se encuentra con un escritor de novelas de terror que guarda un gran secreto. La segunda está basada en la edad media y descubrimos que fue quemada en la hoguera por hereje en el año 1286, aunque en aquellos años se llamaba Mathilda, la siguiente historia está ambientada durante el Far West en 1883 y se llamaba Bonnie y por último en Rumania en 1943, durante la ocupación nazi.
Todos los relatos son autoconclusivos, aunque están de algún modo relacionados entre si, Brubaker se toma un descanso del arco argumental principal, y ofrece respuestas a algunos misterios de la vida de la joven, aunque abre otros. Las distintas chicas que se pasean por los relatos son la misma e inmortal Josephine o son reencarnaciones, todas con la misma maldición y todas perseguidas por ese culto misterioso que quiere acabar con ella.
Pese a alejarse de otros números anteriores, Fatale sigue siendo una gran serie
tanto en lo argumental como en la parte gráfica, donde Sean Phillips sigue dando
muestras de solvencia, su dibujo es una maravilla de narrativa, con su trazo
fluido consigue transportarnos a esas inquietantes atmósferas oscuras y
siniestras, para lograrlo maneja maravillosamente el juego de luces y sombras;
es dificil entender esta obra sin la aportación del dibujante.
Esta entrega
de Fatale es un compás de espera, donde se explora el pasado de Josephine, pero
está muy bien estructurada y dibujada.
No se que nos propondrán los autores en el futuro, pero yo me apunto a ello.
No se que nos propondrán los autores en el futuro, pero yo me apunto a ello.
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