En
1986 se publicó Watchmen, una serie limitada de 12 números escrita por
Alan Moore y dibujada por Dave Gibbons. La obra se convirtió en un
clásico inmediato, ofreciendo una versión oscura y adulta del mundo de
los superhéroes, Watchmen es una joya que dignifica y enaltece el medio;
en esta obra surgieron los Minutemen.
Esta primera generación de justicieros enmascarados, estaba formado por una hornada de jóvenes idealistas (con alguna excepción), que consagraria su vida a combatir el crimen, aunque tras esta fachada de despreocupados héroes, tenia su lado oscuro, que les llevó al declive y a muchos de ellos a la destrucción.
En 2012, DC anuncia a bombo y platillo una precuela de la mitica serie, ofreciendo a su creador Alan Moore la posibilidad de volver a escribir sobre su creación, la opción es rechazada por el autor y la editorial sigue adelante con su idea, ofreciendo la propuesta a equipos creativos de auténtico lujo, lo más granado de la editorial se unen para ofrecernos una nueva versión sobre los origenes de algunos personajes de la serie.
Aunque la iniciativa tuvo una gran controversia, ya que muchos aficionados no veian la necesidad de esta precuela, e intuyeron solo un afan recaudatorio por parte de la editorial, el hecho es que algunas de las series tuvieron unas criticas negativas y otras positivas, en este último apartado destaca Minutemen.
Creada por Darwyn Cooke, nos ofrece como en él es habitual una mirada
sencilla y sofisticada de la época dorada de los cómics, mirada que
había hecho en obras como The New Frontier donde evocaba la creación de
la JLA durante la Silver Age o el acercamiento a las novelas de Richard
Stark (Donald E. Westlake) sobre el despiadado y amoral Parker.
En Minutemen nos cuenta el origen del grupo, a traves de Hollis Mason, el primer Búho Nocturno, la terminación de su libro "tras la capucha" donde escribe las intimidades del grupo, será la excusa para retrotraerse al pasado y contarnos el origen de cada uno de los integrantes de la formación. No es una manera sofisticada de presentarlos, pero si muy funcional. Cooke logra situarnos y orientarnos por donde van las inclinaciones de cada justiciero, destacando El Comediante, apenas un adolescente, con antecedentes penales y un uso excesivo por la violencia gratuita, aunque se intuye que cada uno tiene su parte más o menos oscura.
El autor se desmarca de la serie madre, sabe que no puede competir con Moore y evita cualquier comparación, es un historia sencilla y que no ensombrece la grandeza de Watchmen, a la que incluso homenajea en sus primeras páginas.
Si el guión, pese a su ingenuidad es entretenido, visualmente el resultado es sobresaliente, con una acertada caracterización de los personajes acompañada de un trazo elegante, su narrativa es ágil y eficaz, logrando transportarnos a esa maravillosa época conocida como la Golgen Age de los cómics, todo ello potenciado por el espectacular color logrado por Phil Noto.
El verdadero problema, es que hasta ahora no hay historia, sólo una presentación de personajes, aunque todos sabemos que esto será temporal y que algo malo va a suceder y ello no será bueno para los Minutemen.
Aunque es pronto para evaluar, de momento voy a darle un voto de confianza a Cooke y su acercamiento al universo Watchmen.
Esta primera generación de justicieros enmascarados, estaba formado por una hornada de jóvenes idealistas (con alguna excepción), que consagraria su vida a combatir el crimen, aunque tras esta fachada de despreocupados héroes, tenia su lado oscuro, que les llevó al declive y a muchos de ellos a la destrucción.
En 2012, DC anuncia a bombo y platillo una precuela de la mitica serie, ofreciendo a su creador Alan Moore la posibilidad de volver a escribir sobre su creación, la opción es rechazada por el autor y la editorial sigue adelante con su idea, ofreciendo la propuesta a equipos creativos de auténtico lujo, lo más granado de la editorial se unen para ofrecernos una nueva versión sobre los origenes de algunos personajes de la serie.
Aunque la iniciativa tuvo una gran controversia, ya que muchos aficionados no veian la necesidad de esta precuela, e intuyeron solo un afan recaudatorio por parte de la editorial, el hecho es que algunas de las series tuvieron unas criticas negativas y otras positivas, en este último apartado destaca Minutemen.
En Minutemen nos cuenta el origen del grupo, a traves de Hollis Mason, el primer Búho Nocturno, la terminación de su libro "tras la capucha" donde escribe las intimidades del grupo, será la excusa para retrotraerse al pasado y contarnos el origen de cada uno de los integrantes de la formación. No es una manera sofisticada de presentarlos, pero si muy funcional. Cooke logra situarnos y orientarnos por donde van las inclinaciones de cada justiciero, destacando El Comediante, apenas un adolescente, con antecedentes penales y un uso excesivo por la violencia gratuita, aunque se intuye que cada uno tiene su parte más o menos oscura.
El autor se desmarca de la serie madre, sabe que no puede competir con Moore y evita cualquier comparación, es un historia sencilla y que no ensombrece la grandeza de Watchmen, a la que incluso homenajea en sus primeras páginas.
Si el guión, pese a su ingenuidad es entretenido, visualmente el resultado es sobresaliente, con una acertada caracterización de los personajes acompañada de un trazo elegante, su narrativa es ágil y eficaz, logrando transportarnos a esa maravillosa época conocida como la Golgen Age de los cómics, todo ello potenciado por el espectacular color logrado por Phil Noto.
El verdadero problema, es que hasta ahora no hay historia, sólo una presentación de personajes, aunque todos sabemos que esto será temporal y que algo malo va a suceder y ello no será bueno para los Minutemen.
Aunque es pronto para evaluar, de momento voy a darle un voto de confianza a Cooke y su acercamiento al universo Watchmen.
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