Prosigue con paso firme la historia ideada por Rick Remender y plasmada en
viñetas por John Romita Jr, donde cambian y moldean a un personaje que durante
ocho años vivió una brillante etapa de la mano de Ed Brubaker convertido en un
sofisticado superespia. No era fácil salirse de ese rol y Remender lo consigue
al ubicar al Centinela de la Libertad, en un inquietante mundo conocido como la
Dimensión Z, donde gobierna uno de sus mayores enemigos, Arnim Zola.
En el número anterior, dejamos al Capi intentando salvar a su hijo adoptivo Ian, de las manos de Zola, a la vez que impedia que este y su ejército de mutados invada la Tierra. Herido y al borde de la extenuación, debe hacer un último esfuerzo para lograr su meta y para ello cuenta con la ayuda de la hija del villano, Negra Azabache.
Ian es sometido a un intenso lavado de cerebro, asi confuso y manipulado por Zola, intenta asesinar al Capi, aunque al final Steve logra que recupere la cordura, aun asi la tragedia ronda sobre uno de los personajes principales de la serie.
Remender se emplea a fondo en este número y lo hace a lo grande, ya que al final hay sorpresa y esta deja a uno con la boca abierta, con un leve giro argumental insufla nuevos conceptos a una serie de por si interesante y abre un nuevo giro a la trama.
Si Remender estaba consiguiendo una serie entretenida, que bebe abiertamente de la ciencia ficción y de las alocadas historias del Kirby más desmesurado, con este nuevo plus de originalidad le añade drama y tragedia, consiguiendo imprimir más vigor.
En cuanto al apartado gráfico, el dibujo de John Romita Jr. es bueno, el mejor de los últimos tiempos, el hecho de que su entintador sea uno de los grandes del medio como es Klaus Janson, quizás tenga su influencia. Con todo ello firma un gran trabajo.
Serie que avanza a lo grande, suponiendo una de las sorpresas más agradables de la temporada, con una trama aventurera, sencilla pero eficaz, que recicla el status del personaje sin socabar su espiritu de siempre, pues esté donde esté, siempre será mucho más que un héroe envuelto en la bandera americana.
En el número anterior, dejamos al Capi intentando salvar a su hijo adoptivo Ian, de las manos de Zola, a la vez que impedia que este y su ejército de mutados invada la Tierra. Herido y al borde de la extenuación, debe hacer un último esfuerzo para lograr su meta y para ello cuenta con la ayuda de la hija del villano, Negra Azabache.
Ian es sometido a un intenso lavado de cerebro, asi confuso y manipulado por Zola, intenta asesinar al Capi, aunque al final Steve logra que recupere la cordura, aun asi la tragedia ronda sobre uno de los personajes principales de la serie.
Remender se emplea a fondo en este número y lo hace a lo grande, ya que al final hay sorpresa y esta deja a uno con la boca abierta, con un leve giro argumental insufla nuevos conceptos a una serie de por si interesante y abre un nuevo giro a la trama.
Si Remender estaba consiguiendo una serie entretenida, que bebe abiertamente de la ciencia ficción y de las alocadas historias del Kirby más desmesurado, con este nuevo plus de originalidad le añade drama y tragedia, consiguiendo imprimir más vigor.
En cuanto al apartado gráfico, el dibujo de John Romita Jr. es bueno, el mejor de los últimos tiempos, el hecho de que su entintador sea uno de los grandes del medio como es Klaus Janson, quizás tenga su influencia. Con todo ello firma un gran trabajo.
Serie que avanza a lo grande, suponiendo una de las sorpresas más agradables de la temporada, con una trama aventurera, sencilla pero eficaz, que recicla el status del personaje sin socabar su espiritu de siempre, pues esté donde esté, siempre será mucho más que un héroe envuelto en la bandera americana.
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