En 2008 y bajo el sello Icon, una de las lineas de cómics Marvel, surgió la
serie de Kick-Ass, donde los autores Mark Millar y John Romita Jr, nos contaban
la vida de Dave Lizewski, un adolescente con una vida aburrida y mediocre que un
buen dia decide ser un superhéroe, hecho que conseguirá de forma muy poco
ortodoxa y acabe molido a golpes.
En esta historia se nos presentaban a Hit Girl (Mindy McCready), la verdadera heroina de la función. Pues bien, sus autores crean un spin-off o precuela de la serie donde la niña es la protagonista, los sucesos que ocurren en esta miniserie de cinco números se ubican entre las dos partes de la serie madre.
En ella, tras la muerte de Big Daddy, Mindy ha vuelo con su madre y con su nuevo padre Marcus, un integro agente de policia. En apariencia lleva una vida tranquila, pero sólo es fachada, ya que es puteada por un grupito de pijas del instituto, en especial por su jefa Debbie, eso la desespera y tendrá que usar todo su talento para lograr ser aceptada. Mientras, tiene tiempo para entrenar a su amigo Dave y enseñarle a ser un auténtico superhéroe.
Ralphie Genovese hermano del mafioso al que Kick-Ass y Hit Girl se cargan, quiere la cabeza de ambos y para ello no duda en asesinar a todos los justicieros que se cruzan en su camino, aunque lo único que conseguirá es que Hit Girl se implique y eso será muy malo para el clan mafioso.
Millar vuelve a apostar por el humor y la violencia desacerbada, consiguiendo un cómic intenso, divertido y muy entretenido, con infinidad de referencias a la cultura popular. Cómic y cine no se libran de la mirada ácida y critica del autor.
La violencia es extrema y más si viene proveniente de una niña de 12 años, a veces roza el gore, amputaciones, decapitaciones, visceras y mucha hemoglobina se apoderan de la historia, al lado de Mindy, Frank Castle es un manso corderito. Pero ya sabemos de que va este cómic, así que nadie dramatice, es parte de lo que esperamos al abrir un cómic de Kick-Ass.
El humor es directo, gamberro e irónico, impagable la secuencia de Red Mist (Chris Genovese) al que sus senseis orientales le despluman sin piedad.
John Romita Jr, tan amado como denostado, al que se ve que disfruta dibujando su creación, cumple sobradamente, eso si, entintado por uno de los grandes, Tom Palmer.
Cómic lleno de acción desbordante, mucho humor, con una heroina apabullante y desmitificadora, alejada de los cánones convencionales del medio. Minserie que no defraudará a los seguidores de Kick-Ass, que por cierto somos muchos.
En esta historia se nos presentaban a Hit Girl (Mindy McCready), la verdadera heroina de la función. Pues bien, sus autores crean un spin-off o precuela de la serie donde la niña es la protagonista, los sucesos que ocurren en esta miniserie de cinco números se ubican entre las dos partes de la serie madre.
En ella, tras la muerte de Big Daddy, Mindy ha vuelo con su madre y con su nuevo padre Marcus, un integro agente de policia. En apariencia lleva una vida tranquila, pero sólo es fachada, ya que es puteada por un grupito de pijas del instituto, en especial por su jefa Debbie, eso la desespera y tendrá que usar todo su talento para lograr ser aceptada. Mientras, tiene tiempo para entrenar a su amigo Dave y enseñarle a ser un auténtico superhéroe.
Ralphie Genovese hermano del mafioso al que Kick-Ass y Hit Girl se cargan, quiere la cabeza de ambos y para ello no duda en asesinar a todos los justicieros que se cruzan en su camino, aunque lo único que conseguirá es que Hit Girl se implique y eso será muy malo para el clan mafioso.
Millar vuelve a apostar por el humor y la violencia desacerbada, consiguiendo un cómic intenso, divertido y muy entretenido, con infinidad de referencias a la cultura popular. Cómic y cine no se libran de la mirada ácida y critica del autor.
La violencia es extrema y más si viene proveniente de una niña de 12 años, a veces roza el gore, amputaciones, decapitaciones, visceras y mucha hemoglobina se apoderan de la historia, al lado de Mindy, Frank Castle es un manso corderito. Pero ya sabemos de que va este cómic, así que nadie dramatice, es parte de lo que esperamos al abrir un cómic de Kick-Ass.
El humor es directo, gamberro e irónico, impagable la secuencia de Red Mist (Chris Genovese) al que sus senseis orientales le despluman sin piedad.
John Romita Jr, tan amado como denostado, al que se ve que disfruta dibujando su creación, cumple sobradamente, eso si, entintado por uno de los grandes, Tom Palmer.
Cómic lleno de acción desbordante, mucho humor, con una heroina apabullante y desmitificadora, alejada de los cánones convencionales del medio. Minserie que no defraudará a los seguidores de Kick-Ass, que por cierto somos muchos.
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