El tomo comienza en los años 40, época conocida como la Edad de Oro de los cómics. El primer número es creación de Simon y está dedicado a Solar Patrol publicada por la editorial Lev Gleason, en su revista de cómics Silver Streak Comics, trata sobre un policía del futuro, que se emplea a fondo contra piratas espaciales que pretenden atacar nuestro mundo. A continuación llega Solar Legion creada por Kirby, publicada por Tem Publishing en el titulo Crash Comics y cuyo protagonista era Adam Starr, otro luchador espacial sin pena ni gloria. Eran historias excesivamente simples en su desarrollo y que no han envejecido nada bien.
Lo siguiente es Blue Bolt, publicado por Novelty Press, fue en esta serie donde vimos nacer al equipo, más exactamente en el nº 2 de la serie, con fecha de julio de 1940, aunque estaba firmado por Simon, muchas páginas estaban dibujadas por Kirby.
Blue Bolt es Fred Parris, un joven jugador de fútbol americano, que un dia entrenando con sus amigos, en el lugar donde se encontraban pasando unos dias de vacaciones, les cae un rayo, falleciendo todos sus compañeros menos él; consigue alejarse con su avión, pero al internarse en la tormenta, otro rayo deriva el aparato y cae a una profunda garganta, donde es rescatado por el Dr. Bertoff, que con sus experimentos le otorga enormes poderes para que salve su reino oculto de la pérfida, Bruja Verde.
Blue Bolt era una mezcla del Flash Gordon de Alex Raymond y el género superheroico, pero por desgracia tanto narrativa como gráficamente el nivel de la obra es infinitamente inferior al de Raymond. Los guiones eran ingenuos y aburridos, con constantes repeticiones de esquemas, mientras que el dibujo de Kirby era primitivo y rudimentario, un atenuante en el caso del dibujante es que era un recién llegado a la industría, aparte estaba saturado de trabajo. Aun así hicieron un buen equipo, Blue Bolt les sirvió para coger soltura y reafirmarse en su trabajo, entre ambos creaban las historias, Jack dibujaba y Joe entintaba. Aunque su mayor éxito de la década sería en Timely, que vio surgir a uno de los grandes iconos de cómic, el Capitán América.
Los años 50 fueron prósperos para el género, los avances aeronaúticos, el programa espacial norteamericano en ciernes, la era atómica, la guerra fría y el fenómeno de los platillos volantes se combinaron para crear la carrera particular de Hollywood, donde filmes con abultados presupuestos y otros menos pero con más incentiva denominados Serie B, llevaron a la ciencia ficción a uno de sus momentos álgidos.
Simon especialmente dotado para el negocio del cómic, se embute de este nuevo fervor popular y crea para Harvey Comics en 1957, la revista genérica Alarming Tales, donde contó de nuevo con el talento de Kirby y otros grandes dibujantes como Al Willianson, John Severin, etc... eran historias cortas de cinco o seis páginas, pero muy intensas, aquí el arte de Kirby ya es más reconocible, destacando su capacidad para crear todo tipo de maquinaria futurista y de dotar a sus personajes de una gran dinámica.
En 1958 Simon crea también para Harvey, con el mismo formato, Race for the Moon, donde de nuevo con Kirby al frente, crea un puñado de brillantes historias, donde destaca The Three Rocketeers, tres aguerridos pilotos espaciales.Vale la pena reconocer ideas y conceptos que luego Kirby se llevó para Marvel y DC.
En los años 60, el equipo formado por Simon y Kirby, ya se habian separado, Kirby siguió ligado a la ciencia ficción pero esta vez se pasó a Atlas (precursora de Marvel), mientras que Simon siguió creando titulos genéricos. Otra vez con Harvey Comics surge Alarming Adventures, publicada entre 1962-63, donde contó con guiones de Archie Goodwin y dibujos de Willianson, Reed Crandall y Angelo Torres.
Publicó en 1965, el número uno y único de Black-Off, donde aparte de historias originales, se publicaron dos historias de Kirby, inéditas de su etapa en la serie Race for the Moon.
Por último, entre 1965-67, Simon publica Uncarthly Spectaculars, donde
combinó la ciencia ficción, con otro género que se puso de moda como la espada y
brujería, creando Clawfang the Barbarian.
Apartando las insipidas historias de lo años 40, el resto del cómic de Simon y Kirby, ya sea juntos o por separado, es una muestra interesante de una forma de entender el cómic, muy distinta a la actual, con todo ello no son historias para todos los gustos, ya que eran una mirada a un futuro muy candoroso e inocente.
Apartando las insipidas historias de lo años 40, el resto del cómic de Simon y Kirby, ya sea juntos o por separado, es una muestra interesante de una forma de entender el cómic, muy distinta a la actual, con todo ello no son historias para todos los gustos, ya que eran una mirada a un futuro muy candoroso e inocente.
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