lunes, 31 de marzo de 2014

Scalphunter

Scalphunter (Brian Savage), es la historia de un paria, un hombre que vivió en dos mundos y nunca se encontró feliz en ninguno, el personaje surgió en Weird  Western Tales # 39 (abril 1977) y fue creado por Sergio Aragonés y Joe Orlando, aunque posteriormente fue desarrollado por otros autores.
El pequeño Brian fue raptado del rancho de sus padres por la tribu de los Kiowas, siendo criado por estos, adaptándose a su forma de vida y pasó a llamarse Ke-Wob-No-Tay (el que es menos que hombre). La historia empieza cuando un anciano chaman Kiowa, está rezando en un cementerio, el viejo es asesinado a balazos por un grupo de vaqueros, que pretenden robar el oro de las tumbas, sin embargo son emboscados por un grupo de indios. No muy lejos, un destacamento de caballería escucha los disparos y ataca a su vez a los indios, aparentemente todos los nativos mueren o eso parece, cando un soldado se acerca a comprobar los cadáveres, uno se levanta y huye, pero no va muy lejos, ya que está herido de bala.
El indio es llevado al doctor del fuerte, que descubre una marca en forma de estrella en su cuello, que asocia a una que tenia al pequeño Brian, cuando fue raptado.
El capitán le lleva a ver a su anciano padre, al borde de la muerte, el viejo le reconoce, pero el chico le desprecia y escupe, el es indio, a pesar de que al principio se negó a admitir su patrimonio no indigena, finalmente optó por hacerlo.
Tras su escaramuza con los vaqueros asalta tumbas, es acusado de matar a tres de ellos y encarcelado, pero logra huir de la prisión, decidiendo cazar a los vaqueros supervivientes y asi limpiar su nombre, tras dar muerte a varios de ellos consigue que uno confiese y  absuelto de sus cargos consigue la libertad.
Vuelve a ver a su padre moribundo y este le da un reloj de oro, mientras Savage se va, aunque no muy lejos, esa noche en la tradición Kiowa y con el reloj donde estaba la foto de sus padres lloró la muerte de su progenitor.
Su madre había muerto tiempo atrás y Brian se enteró de que tenia una hermana, Samantha, a la que localizó en Atlanta, pero no tuvo el valor de decirle su identidad, ya que pertenecían a dos mundos distintos.
Con el nombre de Scalphunter, Brian trabajó como representante de la ley y a veces como cazarrecompensas, a medida que cumplió años se convirtió en un gran pistolero, sin embargo nunca perdió el contacto con sus tradiciones Kiowa, que iban enraizadas en él.
Entre otras cosas compartió una serie de aventuras con otros ilustres pistoleros como Jonah Hex o Bat Lash e incluso impidió un complot para asesinar a Abraham Lincoln.
A sus 40 años Savage, decide echar raíces adoptando una vida como hombre blanco, así se convirtió en sheriff de Opal City, enamorándose de una prostituta llamada Annie.
Su relación con la chica se enfrió, cuando se cruzó en su camino la rica y hermosa, Margarey DeVere, a quien ayudó de ser robada. No se sabe si fue por amor o por el desprecio que ambos sentían a las convenciones de la sociedad, el caso es que se hicieron amantes, Brian llegó a formar parte de la clase alta de Opal, más tarde se dio cuenta de que sus mundos eran demasiado diferentes y se separaron.
Savage finalmente regresó con Annie, se casaron y tuvieron un hijo llamado Steven, Annie murió poco después por unas fiebres. En 1899, Brian regresó a su puesto de sheriff de Opal y tuvo que emplearse a fondo en limpiar la ciudad. Se opuso a una poderosa sociedad secreta llamada Tuesday Club, que usaban el chantaje y el asesinato para deshacerse de los pequeños comerciantes, esta organización estaba compuesta por un un grupo de poderosos de Opal, Brian y sus ayudantes se enfrentaron a ellos en una noche que resultó sangrienta, vence a los corruptos pero en la batalla le dan un tiro por la espalda, causándole la muerte.
Brian Savage fue una apuesta valiente, un hombre integro y dividido entre dos mundos, luchó y amo sin importarle las etiquetas morales de la época, incluso tuvo algo que hoy no se valora mucho, murió luchando por sus ideales, sin duda Scalphunter, aunque un tanto olvidado fue sin duda un gran personaje.

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