El personaje surgió el 17 de
enero de 1967, en el número tres de la revista Tintín. Era una pequeña historia
de cinco páginas, titulada "Objetivo, una rosa" a la que seguirían otras cuatro
más, y donde sus creadores nos mostraban a un refinado agente secreto americano
que trabajaba para una organización conocida como el Departamento y cuyo jefe
era el Coronel Lazarus (L).
Sus autores fueron Louis
Albert, que en realidad era un seudónimo tras el que se escondía la figura de
Michel Greg, uno de los grandes guionistas del cómic europeo, con series tan
notables como Aquiles Talón, Bernard Prince o Comanche, mientras que el dibujo
corría a cargo de William Vance autor de obras como Bob Morane, Ramiro o Bruce
J. Hawker o la serie que sin duda le hizo más famoso... XIII.
El éxito de esta serie llevo a
sus creadores a ampliar conceptos y asi el 12 de marzo de 1968, aparece el
primer álbum de la misma que constaba de 48 páginas titulado "El tiburón que
murió dos veces", donde nuestro sagaz agente debe enfrentarse al Lobo de
Nurenberg, un antiguo militar nazi que en 1945 debe salir de Europa con un
submarino cargado de tesoros y que naufragó en las costas del ficticio país
sudamericano de Caraguay, el botín del tesoro asciende a quince mil millones de
dólares.
En esta primera historia el
personaje bebe del James Bond cinematogràfico interpretado por Sean Connery,
influencia que se deja notar durante toda la serie, pero no es la única ya que
también deja su huella la mítica serie de televisión "Misión Imposible"
producida por la CBS en 1966, ya que el protagonista del comic comparte gran
parecido físico con el actor principal de la misma Peter Graves, incluida su
cabellera canosa.
La comparación con la serie
televisiva se hace más relevante a partir del segundo álbum "Comando Caimán"
donde las misiones eran más complejas y el protagonista une sus habilidades a un
variopinto grupo de mercenarios con unas habilidades específicas: Whip Rafale:
la única chica del grupo y experta en el manejo del látigo. Gaucho Morales: un
vivales, siempre enfrentado a todos, pero todo un seguro en las misiones, Texas
Bronco: el fortachon del grupo, Big Boy Lafayette: usa un arma un tanto
especial, un yo-yo de acero, pero en sus manos se convierte en un instrumento
terrible, y por último Billy Brazil: hermano del jefe y que posee adiestramiento
militar.
Todos unen sus talentos para
localizar y detener un mensaje subliminal, emitido por una emisora escondida en
la selva sudamericana, este segundo álbum es especialmente importante por la
aparición de Rebecca, una hermosa rubia, ayudante del villano y que en los dos
siguientes álbumes "Los ojos sin rostro" y "La ciudad petrificada" será el
enemigo a batir.
Las historias que nos cuenta
Greg son entrenidas pero muy simples, fiel herederas de su época, aun así un
poco más de garra no les hubiera venido mal, el final de las mismas suele ser
precipitado, como si se fuera quedando sin ideas a medida que avanza la trama,
con ello no digo que sean malas historias si no que se merecian un mayor
desarrollo y dotarlas de mayor empaque.
En cuanto a Vance era muy
joven, aun así apuntaba maneras, su trazo es dinámico y elegante y conseguía
unos decorados vanguardistas, con una adecuada caracterización de
personajes.
Obra entretenida, pero que le
faltaba amplitud en los guiones, con todo ello te pasas un buen rato de
lectura.
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