Capitán América: La muerte de un héroe

Nuevo volumen  de Panini, que avanza en la etapa del Centinela de la Libertad, creada por J. M. DeMatteis a los guiones, Mike Zeck a los lápices y John Beatty a las tintas. Aqui se recoge Captain America # 268-274(abril-octubre 1982),  Defenders # 106 (abril 1982) y Captain America Annual # 6 (noviembre 1982).
Esta etapa pasa por ser una de las más aclamadas del personaje, o así nos la han querido vender, ya que hasta el momento es una pequeña decepción. Y es que DeMatteis no logra captar la esencia del personaje, ponerle una moto colorista y hacerlo patrullar la ciudad, o hacerlo aparecer en un número circense rodeado del Team America, tres motoristas basados en una linea de juguetes y que van vestidos con la bandera americana y por último ponerlo a pelear en un ring de pressing catch, desvirtúa el espiritu del personaje.
Aunque lo verdaderamente sorprendente, es ver a Rogers y a su novia Bernie, salir de una sala cinematográfica donde están proyectando "En busca del arca perdida" y escuchar de la boca de Rogers que Indiana Jones es un amoral y que en su época los héroes defendían algo. Alguien debería recordarle a DeMatteis, que el bueno de Indi es un personaje basado en los seriales de los años 30-40 y que al igual que el Capi luchaba contra los nazis y las fuerzas del mal durante el marco de la II Guerra Mundial, está bien que se potencie que el Capi es un hombre fuera de su tiempo, pero llamar amoral a un héroe integro como Indiana Jones es demencial.

Pese a esto logra algunos buenos momentos, como la creación de un villano un tanto peculiar como Alimaña, que dará mucho juego en el futuro y no solo en la colección del Capi, también asienta de forma muy convincente la relación amorosa entre Steve Rogers y Bernie Rosenthal.

Como dato curioso, el mejor arco argumental de este volumen lo logra el guionista David Anthony Kraft que solia sustituir a DeMatteis cuando este estaba saturado de trabajo. Así el Capi acompañado de Nick Furia y los Comandos Aulladores deben enfrentarse a Hydra a cuyo mando esta el Barón Strucker, juntos en equipo deben hacer frente a un complot para destruir el mundo.

Este rol de superespía enfrentado a crisis globales, le va como anillo al dedo al personaje, así lo entendieron autores como Kirby o Steranko. Kraft lo recicla logrando una saga brillante llena de dinamismo y épica.
Por supuesto el trabajo De Mike Zeck se nota y mucho, ya asentado con el personaje y potenciado por las tintas de Beatty, logra un trabajo sobresaliente. Pero en el momento en que es relevado de la serie por autores como Don Perlin, Alan Kuppenberg o Ron Wilson, la cosa baja muchos enteros.

Por último comentar el anual # 6, que cierra el volumen, este numero es un misil directo al intelecto del lector, DeMatteis y Ron Wilson nos dan una somera lección de como no debe hacerse un anual, para ello ofrecen un guión sin fundamento y un dibujo vulgar, algo francamente horroroso.
Obra con muchos altibajos donde DeMatteis da muestras de flaqueza y donde David Anthony Kraft y sobre todo Mike Zeck salen victoriosos de una etapa que de momento no acaba de arrancar.