Miniserie de tres números creada en 1992 por Gerard Jones y Eduardo Barreto, donde dan su peculiar visión sobre la paranoica sociedad de américa de finales de los 50, y para ello utilizan de forma brillante a uno de los secundarios de lujo del universo DC, el Detective Marciano.
Gerard Jones crea un complejo y denso entramado, donde todo tiene cabida, desde la oscura época forjada por el senador Joseph McCarhty con su inefable caza de brujas, la manipulación de los medios televisivos, el miedo comunista, el primitivo rock and roll, la cultura beatnik, el declive de los viejos héroes de la Golden Age, y mucha ciencia ficción, con sus peliculas de invasiones extraterrestres y monstruos de serie B, todo ello aderezado con su parte detectivesca.
Pese al alto contenido de propuestas, Jones sale triunfante debido a la solidez y al empaque del argumento.
Une eficazmente la trama detectivesca con la ciencia ficción, cuando el policia John Jones se ve envuelto de forma involuntaria en un crimen, en sus investigaciones descubrirá una conspiración a nivel global para conquistar el mundo por parte de una raza alienigena.
El guión de Jones está compuesto por infinidad de pequeños detalles, que por muy nimios que parezcan, llegan a ser impotantes, pese a un final feliz, no duda en machacar el sueño americano y su pastel de manzana.
El dibujo del uruguayo Eduardo Barreto es sofisticado y detallado, captando a la perfección la esencia de la época, vestuarios, vehiculos e incluso la acertada ambientación de la Cuba pre-revolucionara se resiste al meticuloso lápiz del dibujante.
Con esta serie el insulso Detective Marciano deja de ser una mera comparsa, alcanzando su madurez y se justifica como un gran personaje por derecho propio. Con esta obra Jones y Barreto, nos muestran que no hay malos personajes, si son tratados con inteligencia y de eso en esta obra van sobrados.
Gerard Jones crea un complejo y denso entramado, donde todo tiene cabida, desde la oscura época forjada por el senador Joseph McCarhty con su inefable caza de brujas, la manipulación de los medios televisivos, el miedo comunista, el primitivo rock and roll, la cultura beatnik, el declive de los viejos héroes de la Golden Age, y mucha ciencia ficción, con sus peliculas de invasiones extraterrestres y monstruos de serie B, todo ello aderezado con su parte detectivesca.
Pese al alto contenido de propuestas, Jones sale triunfante debido a la solidez y al empaque del argumento.
Une eficazmente la trama detectivesca con la ciencia ficción, cuando el policia John Jones se ve envuelto de forma involuntaria en un crimen, en sus investigaciones descubrirá una conspiración a nivel global para conquistar el mundo por parte de una raza alienigena.
El guión de Jones está compuesto por infinidad de pequeños detalles, que por muy nimios que parezcan, llegan a ser impotantes, pese a un final feliz, no duda en machacar el sueño americano y su pastel de manzana.
El dibujo del uruguayo Eduardo Barreto es sofisticado y detallado, captando a la perfección la esencia de la época, vestuarios, vehiculos e incluso la acertada ambientación de la Cuba pre-revolucionara se resiste al meticuloso lápiz del dibujante.
Con esta serie el insulso Detective Marciano deja de ser una mera comparsa, alcanzando su madurez y se justifica como un gran personaje por derecho propio. Con esta obra Jones y Barreto, nos muestran que no hay malos personajes, si son tratados con inteligencia y de eso en esta obra van sobrados.
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