En septiembre de 1963, al mismo tiempo que The Avengers, debutaba The X-Men ( La Patrulla-X), una serie que presentaba a un tipo diferente de superhéroes. Stan Lee quiso, en un principio, llamar al grupo de adolescentes "Los Mutantes", pero Martin Goodman pensó que dicho nombre podía desconcertar a los lectores más jóvenes, de modo que Lee propuso The X-Men, que por otra parte evocaba lo desconocido.
El líder del equipo era el profesor Xavier, un telépata confinado en una silla de ruedas que dirigía una escuela para jóvenes dotados que eran en secreto mutantes, los cuales desarrollaban su poder al llegar a la adolescencia.
Temida por la gente ordinaria, La Patrulla-X se entrenaba, no obstante para proteger a la humanidad de una banda de mutantes malvados liderada por el siniestro Magneto.
El concepto de mutante cuyos poderes se originaban en sus genes era nuevo en Marvel, si bien la figura del adolescente incomprendido y descontento tenía reminiscencias de Spiderman, mientras que la idea del individuo conflictivo y descontento recordaba inevitablemente a Los 4 Fantásticos.
Al principio, los componentes de La Patrulla-X parecían estar demasiado ocupados para desarrollar unas personalidades completamente perfiladas, especialmente cuando los seis mutantes combatían contra cinco vengadores, donde fueron derrotados y mostrados como jóvenes inadaptados como ocurrió en el nº 9 de The X-Men.
Además del Profesor-X, los mutantes eran Ciclope (Cyclops), cuyos ojos emitían rayos mortiferos, este joven era extremadamente timido y consideraba su poder como una maldición; El Angel (The Angel), que podía volar con sus emplumadas alas, aparte de esto era el guaperas del grupo e hijo de un millonario; La Chica Maravillosa (Marvel Girl), que movía objetos mediante telequinesis, estaba enamorada de Ciclope; el Hombre de Hielo (Iceman), una contrapartida de La Antorcha Humana que podía congelarlo todo, incluso a si mismo, era el más joven del grupo; y La Bestia (The Beast), cuya erudición era enmascarada por la fuerza y la fisonomía de un gorila.
De nuevo Jack kirby se unía a Lee como cocreador de la serie. "Jack era el mejor colaborador que se pueda imaginar", comenta Lee. "Mejoraba cualquier idea que yo le propusiera. Jack abrió la primera historia con todos los hombres-X luchando en un lugar llamado la Sala de Peligro, donde se entrenaban. Eso fue idea suya y fue una forma muy brillante de iniciar la historia porque, además de ofrecer acción mostraba las habilidades de los personajes desde el principio".
Sin embargo Kirby, que estaba trabajando simultáneamente en casi todas las colecciones de la editorial, no tardó en abandonar la serie y tiempo después el mismo Lee, acabó por dejar el guión en otras manos. "Creo que tal vez Jack y yo debimos haber permanecido en el titulo un poco más de tiempo, para darle más empuje".
The X-Men decayó progesivamente y si bien disfrutó de algún momento brillante, pasaría una década antes de que la serie empezase a alcanzar todo su potencial.
El líder del equipo era el profesor Xavier, un telépata confinado en una silla de ruedas que dirigía una escuela para jóvenes dotados que eran en secreto mutantes, los cuales desarrollaban su poder al llegar a la adolescencia.
Temida por la gente ordinaria, La Patrulla-X se entrenaba, no obstante para proteger a la humanidad de una banda de mutantes malvados liderada por el siniestro Magneto.
El concepto de mutante cuyos poderes se originaban en sus genes era nuevo en Marvel, si bien la figura del adolescente incomprendido y descontento tenía reminiscencias de Spiderman, mientras que la idea del individuo conflictivo y descontento recordaba inevitablemente a Los 4 Fantásticos.
Al principio, los componentes de La Patrulla-X parecían estar demasiado ocupados para desarrollar unas personalidades completamente perfiladas, especialmente cuando los seis mutantes combatían contra cinco vengadores, donde fueron derrotados y mostrados como jóvenes inadaptados como ocurrió en el nº 9 de The X-Men.
De nuevo Jack kirby se unía a Lee como cocreador de la serie. "Jack era el mejor colaborador que se pueda imaginar", comenta Lee. "Mejoraba cualquier idea que yo le propusiera. Jack abrió la primera historia con todos los hombres-X luchando en un lugar llamado la Sala de Peligro, donde se entrenaban. Eso fue idea suya y fue una forma muy brillante de iniciar la historia porque, además de ofrecer acción mostraba las habilidades de los personajes desde el principio".
Sin embargo Kirby, que estaba trabajando simultáneamente en casi todas las colecciones de la editorial, no tardó en abandonar la serie y tiempo después el mismo Lee, acabó por dejar el guión en otras manos. "Creo que tal vez Jack y yo debimos haber permanecido en el titulo un poco más de tiempo, para darle más empuje".
The X-Men decayó progesivamente y si bien disfrutó de algún momento brillante, pasaría una década antes de que la serie empezase a alcanzar todo su potencial.
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