El cazador acecha es una miniserie de tres números guionizada y dibujada por Mike Grell en 1987, no es un cómic comercial de Green Arrow, si no una obra de autor.
Grell se toma en serio su trabajo, firmando un guión muy sólido y bien estructurado, logrando alejar al personaje de los tópicos superheroicos imperantes en la época, para hacer un Green Arrow más oscuro y convertirlo en un cazador urbano.
También logra transmitir a la perfección la relación sentimental entre Oliver Queen y Dinah (Canario Negro), una relación basada en el amor y el respeto, su vida como héroes enmascarados es tan importante como la misma relación en si. Un Oliver cuarentón sueña con tener hijos y Dinah no quiere huérfanos, toda una declaración de principios y honestidad de los personajes.
Este es un cómic para adultos, no hay batallas molonas, los enemigos no son seres superpoderosos, si no un depravado descuartizador de prostitutas y una misteriosa arquera yakuza, con un oscuro pasado. Y todo ello no se desarrolla en ciudades imaginarias sino en Seattle.
El nuevo Green Arrow es más sombrio, para ello Grell le modificó el uniforme, le quita la gorrita y le pone una capucha, pero el verdadero cambio está en la personalidad de Ollie, haciéndolo más creible y humano.
En el transcurso de la serie Green Arrow llegará a empatizar con la joven yakuza, ayudándola a pagar su deuda de sangre, dándose cuenta de que en el fondo no son tan diferentes, los dos buscan a su manera la justicia o la venganza, según se mire.
Un cómic bien narrado y mejor dibujado, por un Grell pletrorico a los lápices, logrando unas páginas llenas de fuerza, además incrusta unos preciosos encuadres en grises de los rostros de los personajes, que transmiten gran belleza y serenidad a la obra.
Una gran serie realizada en uno de los momentos más espectaculares de la historia del cómic, nació y creció junto a obras del calado de Batman: Año uno de Miller y Mazzucheli, Superman de Byrne, Hawkworld de Truman o Wonder Woman de Perez, si bien no es tan espectacular como las anteriores, si transmite la sinceridad y honestidad con la que su autor Mike Geell, la creó
Grell se toma en serio su trabajo, firmando un guión muy sólido y bien estructurado, logrando alejar al personaje de los tópicos superheroicos imperantes en la época, para hacer un Green Arrow más oscuro y convertirlo en un cazador urbano.
También logra transmitir a la perfección la relación sentimental entre Oliver Queen y Dinah (Canario Negro), una relación basada en el amor y el respeto, su vida como héroes enmascarados es tan importante como la misma relación en si. Un Oliver cuarentón sueña con tener hijos y Dinah no quiere huérfanos, toda una declaración de principios y honestidad de los personajes.
Este es un cómic para adultos, no hay batallas molonas, los enemigos no son seres superpoderosos, si no un depravado descuartizador de prostitutas y una misteriosa arquera yakuza, con un oscuro pasado. Y todo ello no se desarrolla en ciudades imaginarias sino en Seattle.
El nuevo Green Arrow es más sombrio, para ello Grell le modificó el uniforme, le quita la gorrita y le pone una capucha, pero el verdadero cambio está en la personalidad de Ollie, haciéndolo más creible y humano.
En el transcurso de la serie Green Arrow llegará a empatizar con la joven yakuza, ayudándola a pagar su deuda de sangre, dándose cuenta de que en el fondo no son tan diferentes, los dos buscan a su manera la justicia o la venganza, según se mire.
Un cómic bien narrado y mejor dibujado, por un Grell pletrorico a los lápices, logrando unas páginas llenas de fuerza, además incrusta unos preciosos encuadres en grises de los rostros de los personajes, que transmiten gran belleza y serenidad a la obra.
Una gran serie realizada en uno de los momentos más espectaculares de la historia del cómic, nació y creció junto a obras del calado de Batman: Año uno de Miller y Mazzucheli, Superman de Byrne, Hawkworld de Truman o Wonder Woman de Perez, si bien no es tan espectacular como las anteriores, si transmite la sinceridad y honestidad con la que su autor Mike Geell, la creó
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