jueves, 6 de enero de 2011

Star Trek

Nacida en uno de los períodos de máximo esplendor del medio televisivo, Star Trek puso de moda la ciencia ficción como género de masas. Infiltrando humanismo para todos los públicos en un género entregado a la alarma social, la serie inauguraba un nueva forma de mirar a las estrellas.
Con Star Trek la ciencia ficción dejaba de producir encendidas historias sobre probables invasiones comunistas, esa forma de ver el género se sacrifica en honor de los nuevos valores que alumbraban a una sociedad americana en la que la Guerra Fría perdía fuerza: la alegría, el amor libre, el pacifismo.
Estéticamente, Star Trek se adscribía también a la tendencia que emergía con fuerza en la segunda mitad de los sesenta; decorados rabiosamente pop, peinados femeninos basados en radicales volúmenes, vestidos muy ceñidos y una pegajosa banda sonora, compuesta por Alexander Courage.

El alma de la serie fue Gene Roddenberry, astuto tejano de extrordinaria inventiva. Creador de varios seriales televisivos, su mayor éxito fue sin duda la odisea de la tripulación del Enterprise. El episodio piloto The Cage (1964) fue rechazado de forma fulminante al ser considerado demasiado cerebral, ya mostraba las intenciones de un Roddenberry devoto de la aventura y filosofia del baratillo.
Una nueva oportunidad, sin embargo vendría a demostrar que el material que ofrecía Roddenberry era una joya televisiva. The Cage convenció a los productores de la NBC, convenció al público y propició la creación de la serie regular, que con actores de segunda fila, efectos especiales de bricolage y fascinantes historias se hizo con la  pequeña pantalla desde 1966 a 1969.
El pilar fundamental de la serie es sin duda, la calidad de sus guiones, nombres como Theodore Sturgeon, G. L. Coon, Robert Bolch, D.C. Fontana o Norman Spinrad, todos reconocidos escritores, utilizaron la serie, en muchos casos con libertad creativa total, como campo de experimentación para las novedosas narrativas que escupía de la década prodigiosa.
Un inesperado éxito después de la cancelación de Star Trek, daría lugar a toda una maquinaria industrial que, ayudada por un abnegado movimiento de fans llamados "trekkies" velaría por el mantenimiento de los valores y los dividendos formentados por la serie: en 1973, la NBC emitió 22 episodios de las aventuras animadas del Enterprise, en 1978 comenzaría el serie cinematográfica y posteriormente nuevas series de Strak Trek, aunque sin la magia de la original.

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