viernes, 7 de enero de 2011

Superman: Kryptonita nunca más

La entrada de Superman en los 70 fue algo traumática. Durante mucho tiempo atrás los poderes del Hombre de Acero fueron incrementándose hasta llegar a un punto de inflexión, no habia rival al que no pudiera vencer y proeza por muy increible que fuera, realizar.
Solo tenia una debilidad, la kriptonita, lo que al principio fue aprovechado para mostrarnos que hasta un dios podia tener un talón de Aquiles. Con el tiempo se volvió algo recurrente y sobreexplotado, cualquier villano de medio pelo podia sacar su piedra de kryptonita y poner en apuros a Superman.
Pero todo esto cambió con la llegada de Julie Schwartz a la colección, el editor se dio cuenta del poco interés que tenian las aventuras del Hombre de Acero y le pide al guionista estrella Dennis O'Neil que se haga cargo del personaje.
O'Neil famoso por salvar a Batman de la mediocridad y por mezclar con acierto a los superhéroes con problemas sociales; racismo, droga, contaminación etc.. en su recordada etapa en Green Lantern/ Green Arrow.
 Para la renovación del personaje O'Neil, rompe con la tradición de Superman, no más kryptonita, no más supermascotas, ni ciudades embotelladas, ni las chorradas que funcionaban en décadas anteriores, un superhombre si, pero con menos poderes.
Tras el lavado de imagen de Superman, le toca el turno a Clark Kent, ya no es un timorato periodista, si no un elegante presentador de noticias en la ficticia cadena WGBS y Lois Lane vuelve a sus origenes como una audaz reportera, con una fuerte personalidad, muy alejada de los clichés de antaño.

Asi pues en el número 233 (5-11-71) empieza esta nueva etapa de Superman, para la cual se encarga una impactante y simbólica portada a Neal Adams, Superman arrancándose unas cadenas hechas de Kriptonita.
Este tomo de Planeta recoge toda la etapa de O'Neil y Curt Swan. Durante un misterioso experimento, la kriptonita se convierte en un metal inofensivo, pero el experimento tambiém logra que surja un extraño ser de arena, con la silueta de Superman, que al acercarse al héroe le roba sus poderes y lo más extraordinario es que ese reverso oscuro se transforma poco a poco en el mismisimo Hombre de Acero.


O'Neil dota a la obra de una inusitada continuidad y solidez argumental, según avanza la historia, esta se hace más interesante y esperas con interés el desenlace de la misma, el cual pese a ser un tanto utópico no desmerece del conjunto de la historia.
En el dibujo está Curt Swan, un autor de factura clásica, que durante décadas se dedicó a dibujar a Superman y en el cual dejó un recuerdo imborrable, lo cierto es que su dibujo en esta saga es impecable y más cuando está entintado por Murphy Anderson, consiguiendo ambos uno de sus mejores trabajos.

Este tomo de Planeta lleva de complemento un especial de Superman realizado en 1992, con guión y dibujo de Walter Simonson, el cual es un homenje a esta saga, no es tan brillante como el original, pero no molesta y siempre es un placer leer algo impreso del bueno de Walt.
Por desgracia O'Neil no se encontraba a gusto con el personaje y en el nº 242, abandona la serie, eso si con un final cerrado y con un Superman mermado de poderes, lástima que los guionistas posteriores no continuaran con su trabajo, pues al poco tiempo el Hombre de Acero volvio a ser superpoderoso y porque no decirlo, a la vulgaridad.

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