Hoy nos toca comentar un cómic derivado de la serie cinematográfica Star Wars. Uno, después de muchas lecturas de este tipo de adaptaciones de peliculas de éxito, suele ser bastante excéptico en cuanto a la calidad del mismo, pero para mi sorpresa me encuentro con una obra bien contada y magnificamente dibujada.
Este cómic está formado por dos miniseries de la editorial Dark Horse: Crimson Empire I y Crimson Empire: Consejo Sangriento. En ellas asistimos a la formación de una nueva hornada de jóvenes para servir en la guardia personal del emperador Palpatine, estos jóvenes están escogidos entre los mejores guerreros de la Galaxia. Entre ellos destacan Carnor Jax y Kir Kanos, los cuales por méritos propios, pronto ingresarán al servicio del viejo emperador.
Tras la muerte del último de los clones del emperador, la guardia real es traicionada y masacrada por Carnor Jax; el único superviviente es Kir Kanos, que fiel al juramento de lealtad que hizo a Palpatine se vengará del traidor y todos los que le apoyaron, aunque para ello tenga que aliarse con sus enemigos, los rebeldes.
Tras batallas y traiciones Carnor Jax , apoyado por el ambicioso general Wessel, se convertirá en Lord Jax, un aspirante a convertirse en emperador, pero para ello debe dar muerte al hombre que puede acabar con sus ambiciones, Kir Kanos. De esta lucha entre los antes compañeros de armas, solo habrá un ganador, sea cual sea el resultado de la batalla el Imperio nunca será el mismo.
Los guionistas Micke Richardson y Randy Stradley firman una obra repleta de acción, traiciones y venganza, con un héroe atemporal, fiel a sus principios, aunque a veces no tenga claro si estos son los justos. En esta historia brillan las relaciones y emociones que embargan a todos los personajes, unos con actos heroicos y otros con actos mezquinos.
En la parte gráfica está Paul Gulacy, un autor que en los 70 se convirtió en todo un referente con la espléndida serie de Shang-Chi. Aqui, después de unos trabajos menores, vuelve a brillar con un gran trabajo. Gulacy demuestra en esta obra un gran dominio de las escenas de acción y un pulso firme en la narrativa, dotando a sus páginas de recursos cinematográficos como planos cortos y vistas de los personajes desde todos los ángulos y posiciones, un gran trabajo.
Destaca también el trabajo en las tintas del gran P. Graig Russel y la hermosa paleta del colorista Dave Stewart. Mención aparte se merecen las increibles portadas de Dave Dorman para le serie origial y que vienen recopliadas en la parte final del tomo.
En resumen, un cómic magnifico que demuestra que puede haber vida más alla de la pantalla.
Este cómic está formado por dos miniseries de la editorial Dark Horse: Crimson Empire I y Crimson Empire: Consejo Sangriento. En ellas asistimos a la formación de una nueva hornada de jóvenes para servir en la guardia personal del emperador Palpatine, estos jóvenes están escogidos entre los mejores guerreros de la Galaxia. Entre ellos destacan Carnor Jax y Kir Kanos, los cuales por méritos propios, pronto ingresarán al servicio del viejo emperador.
Tras la muerte del último de los clones del emperador, la guardia real es traicionada y masacrada por Carnor Jax; el único superviviente es Kir Kanos, que fiel al juramento de lealtad que hizo a Palpatine se vengará del traidor y todos los que le apoyaron, aunque para ello tenga que aliarse con sus enemigos, los rebeldes.
Tras batallas y traiciones Carnor Jax , apoyado por el ambicioso general Wessel, se convertirá en Lord Jax, un aspirante a convertirse en emperador, pero para ello debe dar muerte al hombre que puede acabar con sus ambiciones, Kir Kanos. De esta lucha entre los antes compañeros de armas, solo habrá un ganador, sea cual sea el resultado de la batalla el Imperio nunca será el mismo.
Los guionistas Micke Richardson y Randy Stradley firman una obra repleta de acción, traiciones y venganza, con un héroe atemporal, fiel a sus principios, aunque a veces no tenga claro si estos son los justos. En esta historia brillan las relaciones y emociones que embargan a todos los personajes, unos con actos heroicos y otros con actos mezquinos.
En la parte gráfica está Paul Gulacy, un autor que en los 70 se convirtió en todo un referente con la espléndida serie de Shang-Chi. Aqui, después de unos trabajos menores, vuelve a brillar con un gran trabajo. Gulacy demuestra en esta obra un gran dominio de las escenas de acción y un pulso firme en la narrativa, dotando a sus páginas de recursos cinematográficos como planos cortos y vistas de los personajes desde todos los ángulos y posiciones, un gran trabajo.
En resumen, un cómic magnifico que demuestra que puede haber vida más alla de la pantalla.
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