Batwoman fue creada por Bob Kane y Sheldon Moldoff para Detective Comics # 233 (1956), tras el ataque promovido por el "influyente" psiquiatra Fredric Wertham en su libro "La sedución del Inocente" contra el mundo del cómic, la relación de Batman y Robin fue puesta en entredicho y se crea al personaje como contrapunto amoroso al héroe. Siendo esto lo más curioso y divertido, pues Batwoman que en un momento dado sirvió para tapar la presunta homoxesualidad de Batman, se declara en la actualidad abiertamente lesbiana.
La tendencia sexual de la protagonista en manos de otro guionista seria una excusa para crear polémica y morbo, todo vale para vender cómics. Pero Rucka se desmarca de esto para crear un guión honesto e inteligente, donde la homoxesualidad de la chica se inserta en la serie de forma lógica y natural, aportando al personaje frescura y modernidad, algo a lo que no estamos acostumbrados cuando tratamos con los herméticos e icónicos personajes de la editorial DC.
El tomo se compone de dos arcos argumentales, en el primero Rucka enfrenta a su heroina contra la Religión del Crimen, grupo de fanáticos religiosos que quieren destruir Gotham para que, de sus cenizas, surga un nuevo orden. Pero Batwoman lo impedirá, aunque para ello tengan que aflorar oscuros secretos enterrados en su pasado y enfrentarse a un enemigo muy especial. Entre las batallas contra los villanos Rucka se toma su tiempo para contarnos las circunstancias que llevaron a Kate a convertirse en Batwoman. La historia está muy lograda y deja muy buen sabor de boca.
Al dibujo de este primer arco está J. H. Willians III que hace un trabajo excelente. Estos números son una maravilla, hace mucho tiempo que no veia un trabajo tan sobresaliente. Willians cambia de estilo en función del argumento, siendo más convencional su dibujo cuando la historia se hace más intimista y más espectacular cuando la chica se pone el manto de Batwoman, siendo esta ultima parte con vinetas insertadas a doble página la más preciosista, la verdad es que los dibujos de Willians quitan el aliento, sencillamente genial.
Mención aparte, se merece el colorista Dave Stewart, que logra con su paleta potenciar a un más el dibujo de Willians, su tratamiento del color cuando surge Batwoman de entre las sombras con su uniforme y pelo de color rojo-fuego es una pasada, un grandisimo profesional.
En el segundo arco argumental Batwoman se enfrenta a un sádico al que apodan "Cuchilla", al cual le gusta cortar miembros a jóvenes universitarias. Esta historia poco tiene que ver con la primera, ya que nos muestra una parte más detectivesca y continuista con la tradición de Detective Comics, esta obra no es mala pero no tiene el potencial de la anterior. Al dibujo está el británico Jock, un autor muy competente pero que no brilla, al tener como referente el espléndido trabajo de Willians.
En resumen, un cómic valiente y transgesor, bien narrado y con un dibujo potente, una pequeña joya que nadie deberia perderse.
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