Durante los sucesos ocurridos en la saga Civil War, en los cuales el Capitán América toma partido por el bando perdedor, aunque moralmente sea todo lo contrario, el Centinela de la Libertad fallece. Su muerte causó conmoción por su crudeza y realismo, lejos de la muerte heroica que se le presupone a un héroe del calibre y la prestancia del Capitán América.
Además de esto, la muerte de Steve Rogers fue provocada por el amor de su vida la agente de S.H.I.E.L.D Sharon Carter (manipulada por Craneo Rojo) disparándole a bocajarro a las puertas de un juzgado mientras iba esposado, dándole al conjunto una sensación de más dramatismo y credibilidad.
Pues todo esto se va al garete, ya tenemos de vuelta al Capi, Brubaker se monta una rocambolesca historia en la cual Steve Rogers está atrapado en el espacio-tiempo y entre saltos temporales aprovecha para hacer un repaso a los momentos más importantes de la vida del héroe. Desde su creación en la II Guerra Mundial, hasta etapas miticas como las de Stan Lee y Kirby o Steranko, sin olvidarnos de la guerra Kree-Skrull de los geniales Thomas, Adams y Buscema.
Con el Capitán atrapado en el tiempo, sus amigos intentarán rescatarlo y para ello deberán emplearse a fondo con villanos de la talla de Norman Osborn, el Doctor Muerte o un renacido y diabólico Craneo Rojo.
El guión de Brubaker es entretenido, aunque un tanto simplista, lo de los saltos temporales suena a tomadura de pelo, vamos que no se comió mucho el tarro a la hora de traer a Rogers. Según cuenta Brubaker su intención era traerlo de vuelta al poco tiempo y fue dejando pistas en la serie regular, es posible, pero la verdad es que después de una muerte tan brutal y sincera el Capi no debería de haber regresado nunca más, pues Bucky Barnes (Soldado de Invierno) es un gran y carismático sustituto. De hecho la serie regular no se resintió y tuvo unas ventas más que aceptables.
El Soldado de Invierno es un gran personaje, que tras traer de vuelta al Capi, veremos como se reinstala en el Universo Marvel; esperemos que la editorial siga apostando por él.
En la parte gráfica, Hitch está inconmensurable, para mi su mejor trabajo, se ve que tuvo su tiempo y eso se nota desde las escenas en la II Guerra Mundial hasta la época actual de Reinado Oscuro, su lápiz es meticuloso tanto en las figuras como en los fondos. Con este trabajo se reinvindica como uno de los autores más relevantes de la Marvel actual. Pero no todo es mérito suyo, el dibujante y entintador Butch Guice, le ayuda en el trabajo, sobre todo en los fondos, mientras que su entintado enbellece el trabajo de Hitch, haciéndole subir varios peldaños, un gran profesional Guice que se merece todo nuestro aplauso.
Como he comentado anteriormente, un relato entretenido y bien dibujado, pero falto del empaque necesario para creernos la resurrección del Capi. Viendo esto doy por seguro que los héroes de papel nunca mueren, ya que las editoriales no les dejan descansar, no vaya a ser que se les acabe el negocio.
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