Vuelven Mignola y Corben a colaborar juntos en Hellboy, su otra colaboración data del año 2006 en Makoma. En este nuevo relato de nuestro demonio favorito, Mignola nos aceca a la América profunda, más exactamente a las montañas Apalaches, Virginia.
En este entorno rural cerrado, boscoso y salvaje, el guionista nos ofrece un relato de terror poblado de brujas, hechiceros y demonios, heredero de los relatos de Lovecraft.
Pero Hellboy no está solo en su lucha contra las fuerzas del mal, le acompaña Tom Farrel un campesino que jugueteó en su juventud contra elementos que no comprendia y vuelve para enfrentarse a su destino y a sus propios demonios. El propio Hellboy en esta historia es mero acompañante de los terrorificos sucesos que ocurren, siendo Farrel el alma motriz de la obra.
Sobre Corben poco se puede decir, las historias de corte gótico y terrorífico le vienen como anillo al dedo a su dibujo, un dibujo que tiende a deformar las caras de los personajes, pero lleno de una fuerza y un vigor inusitado, el genio de Kansas está sencillamente pletórico, esperemos que siga durante mucho tiempo como dibujante de Hellboy, pues será algo de lo que los aficionados disfrutaremos.
No me quedo sin reseñar el gran trabajo del colorista Dave Stewart, uno de los mejores coloristas de la actualidad, que se adapta a todo tipo de encargos, dando muestra de su buen hacer en cada uno de sus proyectos.
En resumen una obra para disfrutar, eso es lo que tiene cuando se juntan dos grandes del cómic y dan lo mejor de si mismos.
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