miércoles, 8 de enero de 2014

Capitán América # 9

Nos acercamos al fin de la saga donde el Capitán América debe enfrentarse a uno de sus grandes villanos, el genetista Arnim Zola, señor absoluto de un extraño mundo conocido como la Dimensión Z.
El guionista Rick Remender logra un trabajo cuando menos sorprendente, ya que consigue librarse de la influencia que Ed Brubaker ejerció sobre el personaje durante ocho años, dando su toque personal a la serie, no sólo al cambiar el contexto del personaje si no también por hacer interesante a un segundón como Zola y lograr que Jet (Negra Azabache) la hija del villano, crezca dentro de la serie hasta rivalizar en importancia con El Capi. Todo ello en el marco de un mundo hostil y ultraviolento donde impera la supervivencia a cualquier precio.
El número anterior acabó con una enorme sorpresa, la llegada de Sharon Carter a la estación de combate que hace las funciones de hogar del villano y como esta dispara a Ian, el hijo adoptivo del Capi; por supuesto Sharon no sabe nada del tema, ya que sólo ve al niño con un arma en la mano y a Rogers en peligro.
Mientras la fortaleza flotante de Zola y sus mutados se acerca amenazante a nuestro mundo, El Capi debe hacer un último esfuerzo y enfrentarse al villano por última vez, el destino de dos mundos depende del resultado de la batalla.

Hemos llegado a un punto donde los sucesos pasan ante nuestros ojos a velocidad de vértigo, Remender combina con maestria, una mezcolanza genérica como es la ciencia ficción en su versión catastrofista y las aventuras, para darnos una sobredosis de adrenalina, sin que por ello se resienta la trama. Todo sigue el ritmo y las pautas que nos marca el guionista y es que esta saga del Capitán América lo tiene todo, acción a raudales, épica, sorpresas y algunas gotitas de drama, que enriquecen la historia y por lo tanto consiguen una de las etapas del Centinela de la Libertad más frescas y sorprendente en muchos años. Si a esto añadimos un excelente trabajo gráfico de John Romita Jr. la cosa gana muchos enteros y aun nos queda un último número de una saga que hasta el momento está resultando espectacular y que sin duda será un referente en el devenir del personaje.

sábado, 4 de enero de 2014

Soldado de Invierno: La caza de la Viuda Negra

Segundo tomo de Panini que recoge las historias nº 10-19 sobre el popular personaje traído de vuelta en 2005 en la colección del Capitán América. El encargado de su resurrección fue el talentoso Ed Brubaker, que aqui en el arco argumental "La caza de la Viuda Negra", cierra su etapa en la serie y lo hace con un guión bien articulado y con un dibujante Butch Guice muy implicado en el proyecto, el resultado una pequeña joya.
En el tomo anterior, Barnes y la Viuda Negra debían de dar caza a tres peligrosos asesinos al servicio de la Unión Soviética; estos durmientes fueron mantenidos durante décadas en animación suspendida. Dos de ellos son despertados por un peligroso villano, para acabar con el Doctor Muerte y provocar un altercado internacional. El tercero Leonid Nokovov tiene otros objetivos, se embarcará en una cruzada personal para acabar con el hombre al que odia por encima de todo, el Soldado de Invierno.
Para lograr sus propósitos, captura a la Viuda Negra, a la que aplica un ferreo sistema de control mental, atrapada y de vuelta a SHIELD se procede a su desbloqueo cerebral, pero al ver entrar a Nick Furia, resortes implantados muy profundamente se desatan y la Viuda logra un baño de sangre, asesinando a muchos agentes, incluido a un personaje clásico como era Jasper Sitwell e hiere al propio Furia, logrando escapar del Helitransporte, para reunirse con Leo.

Aunque Barnes no esta sólo en su búsqueda, ya que cuenta con la ayuda del Capi, Ojo de Halcón y Logan. Asi, en un último acto final en el cementerio militar de Arlington, en las proximidades del Pentágono, donde el psicópata tiene instala una bomba nuclear con el fin de dar un golpe de autoridad, ambos contendientes se enfrentan con singulares resultados.
Brubaker pone fin a su participación en la serie, con una historia magnificamente hilvanada, donde lleva al personaje a un estado de desarraigo, que nunca le abandono durante toda la serie y que ahora esta más marcado por los sucesos ocurridos durante la trama. El final es triste, es el de un hombre solitario enfrentado a un gran dolor, esta encrucijada personal, está muy bien tratada por el guionista, que consigue una obra dramática a la vez que entretenida.

Otro que brilla, es Guice consiguiendo aqui uno de sus mejores trabajos, bebe y mucho de Steranko al que homenajea constantemente, es un dibujante en continuo crecimiento y que dará mucho que hablar.
En el segundo arco argumental, un nuevo equipo creativo se hace cargo de la serie, el guionista Jason Latour y el dibujante Nic Klein. Ambos nos presentan una historia con ecos del pasado del Soldado de Invierno, este bajo el mando del Coronel Petrov, asesinó a un brillante cientifico, Linus Tarasova y a la mujer infiltrada que pretendia sacarlo de Rusia y lo hizo delante de su pequeña hija Telsa. Ahora La niña ha crecido y debido al poder de los rayos cósmicos se ha convertido en un poderoso ser intangible que desea venganza sobre la humanidad.

Latour firma un guión, que parte de buenas premisas, las cuales poco a poco se van diluyendo en una trama densa y un tanto confusa, aun asi no es mala historia, pero está desaprovechada, mal desarrollada y las subtramas de la misma añaden más confusión al arco central. El dibujo de Klein es del montón, voluntarioso pero falto de espectacularidad.
Dos sagas muy distintas, una brillante de Brubaker y Guice y otra descafeinada de Latour y Klein.