miércoles, 20 de enero de 2016

Blueberry: Integral 1

Jean-Michel Charlier fue uno de los grandes guionistas del cómic de aventuras. De su fértil imaginación surgieron títulos tan emblemáticos como Buck Danny, Barbarroja o Tanguy y Laverdure; tocó los géneros más populares, solo le faltó el western, pero un viaje en 1963 a Norteamérica le sirvió de inspiración, solo le faltaba un dibujante.
Trabajo que le ofreció a su amigo Joseph Gillain (Jijé), uno de los grandes dibujantes del cómic europeo, este declinó el ofrecimiento ya que estaba trabajando en la revista Spirou en la serie de Jerry Spring otro cómic del oeste, sin embargo Jijé le indicó a un joven ayudante que entintaba sus lápices este no era otro que Jean Giraud (Moebius).
Asi en septiembre de 1963 en la mitica revista Pilote surge el Teniente Blueberry, al que otorgan las facciones de un actor muy popular en esos años Jean-Paul Belmondo, con su inconfundible nariz rota, el guionista hace un cómic atípico para la época ya desde la primer viñeta nos muestra a un personaje inusual, un miltar tramposo en el juego, bebedor y camorrista, aunque cuando se pone el uniforme es tenaz y valiente, otro rasgo característico es que no se amilana ante sus superiores si cree que su causa es justa. Este rebelde incoformista se convirtió en todo un éxito para sus autores y en uno de los grandes iconos del medio.
Mike S. Donovan (Blueberry) es hijo de un hacendado sureño que no contento con la esclavitud, se alia con el ejército del Norte durante la Guerra de Secesión. A base de valor y coraje alcanza el grado de Teniente, una vez finalizada la contienda es destinado a Fort Navajo, un polvoriento fuerte situado en medio del desierto y tierra de apaches. Durante la travesia ira conociendo a un elenco de personajes sobre la que girará la acción, uno es el Teniente Graig, hijo de un general y proveniente de West Point, al Teniente Crowe un mestizo al que el segundo al mando del fuerte el Mayor Bascom tiene como victima de su racismo y odio hacia los indios. Un mal entendido en una masacre de la que son culpados los apaches y una traición de Bascom hacia los jefes indios hará que su líder Cochise entre en guerra.
Charlier da un marcado tono humanista al mundo de los indios a los que retrata como victimas, Crowe el mestizo es reflejado con gran dignidad y delicadeza, con un talante pacifista, mientras que Cochise en un hombre de honor en contraposición con el amargado y cobarde Bascom.

Esta edición esta compuesta por los tres álbumes Fotr Navajo,Tormenta en el Oeste y Águila Solitaria, la editorial hace un meritorio esfuerzo en la publicación de esta gran obra, esperemos que las ventas acompañen y podamos disfrutar de toda la obra.
El trabajo de Giraud va de menos a más, en el primer número esta cogiendo el pulso a la serie, para poco a poco conseguir un trabajo arrebatador y brillante, su dibujo es muy detallista, lleno de realismo y con vistas aéreas del fuerte y los cañones geniales, esto es solo el principio ya que en el futuro firmaría unos álbumes míticos.
A unos guiones llenos de energía y épica, más un dibujo apabullante, convirtió a Blueberry en un clásico absoluto del cómic.

domingo, 10 de enero de 2016

Sagas Marvel: El otro Capitán América

El Capitán América hizo su  debut en marzo de 1941, precedeciendo la entrada de los Estados Unidos en la II Segunda Guerra Mundial y así  el personaje se encontró  inmerso en la oleada de fervor patriótico que  siguió a Pearl  Harbor, de este modo se identificó para siempre con ese periodo bélico.
Cuando acabó la guerra, el Capitán América pareció  perder su razón  de ser y unos años después fue retirado. En sus cómics sólo quedaba la cabecera con su nombre ya que el personaje no salia en los mismos,  y en 1949 Timely echó el cierre a la colección.
En 1953 se intentó revivir al personaje pero la cosa no funcionó y no fue a causa del dibujo ya que el encargado fue John Romita, el problema de la serie es que estaba demasiado sobrecargada de propaganda, en todas las portadas aparecía el eslogan "Capitán América. ..destructor de comunistas". La serie apenas duró unos números, tendría que pasar una década hasta que el Centinela de las Barras y Estrellas volviera a tener relevancia.
Esto sucedió en Avengers # 4 (marzo 1964), el personaje fue revivido cuando Los Vengadores lo descubrieron congelado en el Ártico y lo rescataron. Este hecho supuso una contradicción ya que en el cómic se narraba que tanto el Capi como su joven compañero Bucky Barnes habian perecido al final de la contienda.
Por lo tanto la identidad del Capitán América de los 50 se convirtió en todo un misterio, la situación necesitaba una aclaración, la idea de contar el origen de este Capi surge de Roy Thomas aunque el autor que la plasmó fue un guionista recién llegado al medio, Steve Englehart.
Englehart se encontró con una serie al borde de la cancelación y en seis meses logro convertirla en la más vendida de Marvel, cosa que no es de extrañar por la calidad de sus guiones y por el enfoque realista con que dotó al personaje.
En esta primera saga que recogia los números de Captain America # 153-56 (septiembre, diciembre 1973) el enemigo no era un supervillano si no algo más siniestro, una versión deformada del propio personaje, un alter ego fascista, reacionario y enloquecido, un enemigo que haría replantearse al Capitán América cual es su sitio en este nuevo mundo, con una pérdida de inocencia que lo llevaría en un futuro cercano a una fuerte crisis personal y al abandono de sus ideales.
El Capi de los 50, fue un niño que creció admirando a su héroe y que con el paso del tiempo llego a convertirse en una obsesión, en1952 le llevó a Alemania para descifrar los archivos de los nazis que trataban sobre su ídolo, cuando de forma casual descubre la fórmula del super-soldado, con este descubrimiento se encamina a Washington con el feliz hallazgo, donde con el consentimiento del gobierno decide aplicarse el suero, la obsesión es tal que decide operarse el rostro para ser igual que Steve Rogers.
Un buen día encuentra a un chico con un parecido asombroso con Bucky y decide recrutarlo, asi se convierten durante un breve periodo de tiempo en el azote del comunismo en cualquiera de su facetas. Lo que desconocen es que el suero no es perfecto y altera su estado mental, convirtiéndolos en unos enloquecidos justicieros.
Esto asusta al gobierno que decide someterlos a suspensión animada hasta que sepan que hacer con ellos, hasta que en 1973 son reanimados por su guardián para que "limpien" América, pero descubren que hay un nuevo Capitán América, piensan que es una mera imitación y no el original, su vida se dedicará a la destrucción del que piensan que es un impostor.
Englehart pobló la serie de un alto contenido político y de problemas sociales, el enemigo  no eran los nazis, ni los rojos, eran unos ideales anticuados que se caían por su propio peso. La sociedad norteamericana tenia otros códigos de moralidad, hay estaba Vietnam y la ola de pacifismo que recorrió el país, las crisis raciales, el Watergate, todo ello lo aplicó en la serie el guionista, dando a la misms un toque de realismo y credibilidad.
El Capitán América abandonó los antiguos símbolos para abrazar esta nueva época menos idealizada, donde la visión paternalista que el abanderado ejerció antaño quedo obsoleta, por lo tanto puede decirse que  Englehart lo íntegro en la modernidad, algo que queda reflejado en esta saga y que posteriormente seria desarrollado en El Imperio Secreto, obra maestra que derribó muchos convencionalismos, con un final antológico.
El dibujante es Sal Buscema, su paso por la serie del abanderado es sin duda lo mejor que realizó para Marvel, demostrando que era más que un mero artesano, no estaría mal que se  reconocieran sus méritos.
Englehart se convirtió con su paso por la serie en uno de los grandes guionistas del Centinela de la Libertad, llevando al personaje por nuevos caminos, ciertamente interesantes.

lunes, 4 de enero de 2016

Caballero Luna: Cuenta atrás hacia la oscuridad

Tomo de Marvel Héroes que nos presenta la etapa clásica de uno de los personajes más interesantes surgidos de la Casa de las Ideas durante los 70, durante esa década el Comics Code suavizó sus contenidos asi que la utilización de personajes tradicionales del género de terror como vampiros, zombies o hombres lobos era posible.
En agosto de 1975, Jack Russel (Werewolf by Night #32-33) se encontró con un nuevo y misterioso enemigo, creado por Doug Moench y Don Perlin, este no era otro que el Caballero Luna, un mercenario llamado Marc Spector, contratado por un grupo de mafiosos apodado El Comité para atrapar a Russel, aunque al final lo liberará para juntos destruir a la organización criminal. En estos números, pasa de villano a ser un héroe ambiguo, se mueve por dinero pero tiene conciencia, tanto su estética como su personalidad recuerda a los viejos héroes pulp. En sus aventuras está acompañado por Frenchie un francés que pilota un sofisticado helicóptero y Marlene, algo más que su secretaria personal.
El Caballero Luna pasa a Marvel Spotlight # 28-29 (junio 1975), esta cabecera era un banco de pruebas para calibrar el éxito de los nuevos personajes. De nuevo de la mano de Moench y Perlin los autores lo enfrentan a El Conquistador, un villano ciertamente risible, tanto la trama como el dibujo es rutinario, aunque lo destacable es el uso de dos nuevas identidades, una como el rutilante millonario Steve Grant y otra como Jake Lockley un taxista que se mueve por los bajos fondos para socavar información, Este amasijo de personalidades dará mucho juego en el futuro, también es destacable la presencia de Gena una camarera y de un indigente llamado Crawley.
Tras su paso por Marvel Spotlight, el personaje paseó palmito por The Rampaging Hulk magazine bimestral, en su origen a blanco y negro y que pasó a publicarse a color, debido a la influencia de la serie televisiva, The Incredible Hulk (1977) producida por la la CBS y protagonizada por Bill Bixby y Lou Ferrigno.
En esta revista las aventuras de nuestro héroe surgieron como complemento a las de Hulk,  pero lo que nadie pronosticó es que llegarian a ser mas interesantes que las del Gigante Verde. La serie siguió escrita por Moench, que le dio un tono más sombrio, realista, lleno de erotismo y uno villanos carismáticos, acompañado todo de un ritmo frenético. El primer dibujante de la misma fue Gene Colan que firmó un trabajo excelente y que hubiera sido un gran candidato a hacerse con los lápices de forma permanente, el siguiente fue Keith Pollard que cumple, aunque sin alardes y por último fue un jovencisimo Bill Sienkiewicz, convirtiéndose tanto el guionista como el dibujante en los autores definitivos del personaje.
Como se comentó antes la serie era bimestral lo que daba al dibujante tiempo para cuidar su trabajo y el autor lo borda, Sienkiewicz es conocido por dar una mirada innovadora al mundo del cómic, pero sin embargo en estos números su trabajo está lleno de clasicismo, recordando mucho a otro gigante del medio como es Neal Adams, mención aparte se merece el magnifico coloreado realizado por Steve Oliff.
Tras su paso por la revista de Hulk el personaje apareció en Marvel Premiere # 21(1980) en una bonita historia a blanco y negro firmada por Moench y Sienkiewicz; por último el Caballero Luna tendria su propia colección Moon Knight # 1 (1980), siendo un caso curioso de la nueva politica de ventas Marvel las llamadas "direct sales" un concepto que revolucionó la industria, ya que la editorial vendia sus productos a tiendas especializadas que abastecian a un público más exigente, en contraste con el de los quioscos que era más generalista. Como dato curioso, aun cuando el titulo se granjeó la popularidad suficiente como para contar con seguidores de culto, sus ventas en los quioscos eran flojas. Ofrecida a un precio ligeramente mayor y sólo a través de librerias, la serie cobró nuevo vigor, convirtiéndose en todo un éxito de ventas.
Durante todo este tiempo Moench no habia contado el origen del Caballero, asi en este primer número de su colección en solitario descubrimos que Spector es contratado por el terrorista de la calavera Bushman, cansado de sus crueles métodos decide irse, pero el criminal descubre la traición y lo abandona a su suerte en el desierto, donde con las pocas fuerzas que le quedan consigue llegar a una vieja excavación arqueológica donde fallece a los pies de una estatua de Konshu una deidad egipcia dedicada al culto a la luna, alli renace convertido en un justiciero, un vengador de los oprimidos.
El Caballero Luna de Moench y Sienkiewicz es una auténtica gozada, tanto a nivel argumental como gráfico, en ella veremos como el dibujante se va adentrando paso a paso en innovadores e interesantes caminos.
Esta serie brilló con luz propia durante los primeros 80, dejando una profunda huella a un elenco de lectores que la mitificaron como una obra de culto. Imprenscindible.!!!