En 1984 la juguetera Kenner Products, firmó un contrato con DC para producir un linea de figuras de acción, la cual estaba basada en sus principales héroes y villanos, DC y Kenner ya tenian héroes mas que suficientes para la linea aunque le faltaban villanos que fueran llamativos e interesantes, alguién sugirió a Darkseid, el personaje era perfecto y contrataron a Jack Kirby para que creara algunas modificaciones en el personaje para que así Kirby pudiera cobrar beneficios y Jack recibió algo que no habia visto jamás en sus dos etapas en DC, un cheque por los derechos de sus obras, la cantidad no era muy grande pero el concepto que habia detrás de este hecho si.
Una vez las figuras en el mercado, se llevó a cabo una vigorosa campaña publicitaria por parte de Kenner y DC para que el logotipo Super Powers, se volviera omnipresente, incluso Hanna Barbera revivió su serie de dibujos animados Super Friends creada en 1973 que pasó a llamarse Super Powers, asi en 1984 se hizo una miniserie de apoyo a la campaña publicitaria y un año después se publicaría la segunda, sin duda la mejor de las tres ya que en 1986 hubo otra que cerraría la serie.
Esta segunda miniserie estaba guionizada por Paul Kupperberg y dibujada en su totalidad por Jack Kirby, la serie es una continuación de la novela gráfica Los Perros Hambrientos, donde Kirby aparentemente ponia final a ese maravilloso puzzle conocido cono el Cuarto Mundo.
El yugo de Darkseid ha sido derribado, vencido y humillado y debe abandonar Apokolips, seguido de sus secuaces, se refugia en los restos abandonados de una antigua civilización lunar, aunque sus planes de conquista son mas ambiciosos, ya que quiere hacerse con nuestro planeta, para ello idea un plan enviando a la Tierra sus semillas de condena, unas enormes vainas que se dirigen al núcleo del planeta con sus letales raíces, una vez allí provocarían alteraciones como terremotos y erupciones volcánicas, para después remodelar el mundo a su antojo, solo el poder de la Liga de la Justicia, será capaz de hacer frente a esta amenaza.
El guión de Kupperberg es sencillo, en la forma más tradicional de entender el género de superhéroes, es cierto que el cómic en esa época era mas oscuro y los héroes más sofisticados, pero tanto guionista como dibujante idearon la serie a la vieja usanza, no era el concepto intelectual de Alan Moore, pero la historia es divertida y no carece de épica.
Los nuevos tiempos dejaron el trabajo de Kirby como algo anticuado, pero su lápiz seguía teniendo magia no tanto como décadas atrás, pero no se le habia olvidado dibujar, este fue su último trabajo para DC y lo hizo rodeado de alguno de los personajes que habia creado.
Este cómic debido a su vinculación con la juguetera tuvo cierto desprestigio, pero tiene a su favor su falta de pretensiones y sus ganas de agradar al lector, valores muy a tener en cuenta.
Una vez las figuras en el mercado, se llevó a cabo una vigorosa campaña publicitaria por parte de Kenner y DC para que el logotipo Super Powers, se volviera omnipresente, incluso Hanna Barbera revivió su serie de dibujos animados Super Friends creada en 1973 que pasó a llamarse Super Powers, asi en 1984 se hizo una miniserie de apoyo a la campaña publicitaria y un año después se publicaría la segunda, sin duda la mejor de las tres ya que en 1986 hubo otra que cerraría la serie.
El yugo de Darkseid ha sido derribado, vencido y humillado y debe abandonar Apokolips, seguido de sus secuaces, se refugia en los restos abandonados de una antigua civilización lunar, aunque sus planes de conquista son mas ambiciosos, ya que quiere hacerse con nuestro planeta, para ello idea un plan enviando a la Tierra sus semillas de condena, unas enormes vainas que se dirigen al núcleo del planeta con sus letales raíces, una vez allí provocarían alteraciones como terremotos y erupciones volcánicas, para después remodelar el mundo a su antojo, solo el poder de la Liga de la Justicia, será capaz de hacer frente a esta amenaza.
Este cómic debido a su vinculación con la juguetera tuvo cierto desprestigio, pero tiene a su favor su falta de pretensiones y sus ganas de agradar al lector, valores muy a tener en cuenta.
