domingo, 12 de junio de 2016

Fatale: Maldice al Demonio

Tomo que recoge los números 20-24 de la serie y que ponen fin a la misma, Fatale surgió en el 2002 bajo el paraguas de la editorial Image y sus creadores son uno de los equipos creativos más en forma del medio, Ed Brubaker y Sean Phillips, juntos han realizado series tan notables como Sleeper, Incógnito o Criminal.
Fatale es un intenso relato donde se explora el mito de la mujer fatal, el género negro y el terror, cuya protagonista es la misteriosa e inmortal Josephine, una mujer con el poder de dominar y arrastrar a los hombres a su perdición, esta maldición la persigue eternamente, pero no es lo único que la acecha, también lo hace un culto satánico adorador de crueles y oscuros dioses, liderado con mano firme por El Obispo.
En estos números "Jo" se cansa de huir, quiere escapar a su destino, tomar de una vez por todas el control de su vida y para ello debe derrotar al Obispo, contará con la ayuda de Nicolas Lash y de Otto un anciano erudito en artes arcanas y misticas.
Brubaker logra desarrollar una saga que seria digna heredera de un relato de Poe o Lovecraf, con un estimable personaje femenino 
poco convencional, con múltiples aristas ya que funciona como una heroina, villana, monstruo o victima. Serie muy adulta, sangrienta y de alto contenido sexual, consiguiendo una obra interesante y por momentos apasionante, que engancha al lector desde la primer viñeta.
 Aunque tras leer su final creo que quizás el guionista podria haber hecho más, no es que moleste su conclusión, tras su lectura te queda un buen sabor, es que me da la sensación de que falta algo para cerrar la serie de una forma más brillante.
La parte gráfica corresponde a Sean Phillips, autor que con su fluido y vigoroso trazo consigue transportarnos a inquietantes y sombrias atmósferas, es todo un maestro en el arte de los claro oscuros, gracias a su trabajo la serie logra más empaque.
Otra creación que raya a un gran nivel y ya son unas cuantas, ambos autores demuestran una esplendida madurez, no importa el género al que se dediquen, la unión de ambos es sinónimo de calidad.