miércoles, 16 de agosto de 2017

Shang-Chi: Juegos de engaño y muerte

Segundo tomo de Marvel Edición Limitada que se adentra en la imprescindible etapa de Doug Moench y Paul Gulacy, estos números suponen un cambio conceptual del personaje, que sirvieron para dar un novedoso enfoque a la serie.
Moench apostó por dar un nuevo enfoque a Shang-Chi, hasta ahora el personaje era un hombre enfrentado a su padre, el malvado Fu Manchu y sus hordas de asesinos Si-Fan, todo esto cambió, ya que el personaje se unió al MI-6, derivando la serie a unas elaboradas historias de espionaje al estilo de las películas de James Bond. Creó unos sofisticados villanos como Carlton Velcro y su guardaespaldas Puños de Navaja o Mordillo y su isla de diabólica fantasía, sin olvidarnos del maestro de las artes marciales Shen Kuei apodado el gato, u Onda de Choque y su poderoso exoesqueleto eléctrico.
Es cierto que los villanos tenían empaque, pero donde más se potenció el argumento fue sin duda en las relaciones personales de los distintos personajes que pueblan la serie y más con la aparición de la bella Leiko Wu, antaño pareja de Clive Reston y ahora enamorada de Shang-Chi, entre ambos hombres surge la disputa por conseguir a la chica, pero entre ellos no hay rencor, esta relación a tres es uno de los puntos fuertes de la historia, por la delicadeza con la que Moench retrata a los personajes y sus emociones.
También surge un nuevo personaje, el atormentado James Larner, cuya vida se vio potenciada en la hora de su muerte, ya que demostró ser un auténtico héroe. Otro punto a considerar es Sir Nayland Smith, aquí ya no es retratado como un el líder altruista y benefactor, si no como un personaje obsesionado con dar muerte a Fu Manchu, eso es lo único que da sentido a su vida, aparte juega con los ideales de Shang-Chi, ese es otro factor a considerar ya que el joven se da cuenta de que Smith le utiliza para sus juegos de espías, sintiéndose manipulado con lo que ira perdiendo paulatinamente parte de su inocencia y de su enfoque pacifista del mundo que le rodea. Es muy significativo el final del tomo en el cual Smith se queda solo, incluso el siempre leal Black Jack Tarr le abandona.
Hasta ahora se ha comentado las bonanzas de la parte argumental que no son pocas, ahora pasamos a las gráficas ya que Gulacy crea un trabajo soberbio, desde su rompedor diseño de página, pasando por una visión muy dinámica y cinematográfica de la acción, a lo que ayuda que el dibujante dote a los personajes principales de la serie con los rostros de actores clásicos de Hollywood, asi vemos desfilar a Marlon Brando, Marlene Dietrich, David Niven, Sean Connery etc...
Por el medio del tomo, está el Master of Kung Fu Annual # 1 (1976), donde el bueno de Shang-Chi comparte protagonismo con otro maestro de las artes marciales Puño de Hierro, pese a contar con guión de Moench, la historia es totalmente anodina y decepcionante, tampoco ayuda mucho el arte Keith Pollard, que firma un trabajo rutinario, muy alejado de las maravillas que dejó para la serie de Thor.
Sin embargo, lo mejor de Master of Kung Fu, era la serie regular, donde tanto Moench como Gulacy dieron lo mejor de si mismos para lograr uno de los mejores cómics de los 70 y una obra maestra imperecedera.

Claremont y Bolton en Epic Comics

A principios de los 80 Chris Claremon y John Bolton crearon dos espléndidas obras de fantasía heroica y lo hicieron bajo el sello Epic Illustrated, publicación donde los autores eran dueños de sus creaciones. Este nuevo enfoque atrajo a prestigiosos autores, que desarrollaron con total libertad sagas de ciencia ficción y fantasia para adultos, donde destacan por méritos propios las de los autores mencionados al principio.

MARADA: LA MUJER LOBO.

La guerrera de cabellos plateados apareció por primera vez en Epic Illustrated # 10 (febrero de 1982), en principio la historia fue creada para Red Sonja e iba a ser publicada en Bizarre Adventures, pero no pudo ser debido a la película, por aquel entonces en fase de producción de Red Sonja, protagonizada por Brigitte Nelson.
Asi surge Marada, su madre era la primogénita del César y de un príncipe de una lejana tierra que será esclavizado y ejecutado por Roma. Horrorizada por le terrible muerte de su marido, la madre se lleva a la niña, la cual será criada como una guerrera, con el paso del tiempo será temida y respetada en todos los confines del imperio.
Pero algo le pasa a la joven, ha perdido su ferocidad, su voluntad ha sido sometida por crueles demonios, pero con la ayuda de Arianrhod una niña con poderes místicos y arcanos, intentará hacer frente a su miedos internos para recuperar su valor. 
Claremont crea un  maravilloso personaje femenino, de apariencia fuerte pero que emana una gran delicadeza interior, la historia contiene todos los elementos genéricos de la fantasia heroica, brujos adoradores de cultos diabólicos y ancestrales, demonios crueles y una mujer luchando contra ellos acompañada solamente de su espada.
El guión es sólido y adulto, pero el dibujo aún es mejor, el encargado del mismo es el ilustrador John Bolton, al que la forma de trabajo en la revista le vino de perlas, ya que no estaba sometido a los molestos plazos de entrega, su lápiz es detallista y meticuloso, de corte clásico que recuerda a autores de la talla de Harold Foster o Alex Raymond, la verdad es que hacia tiempo que no veia algo tan bien dibujado, es una auténtica maravilla, sus personajes femeninos emanan belleza y sus batallas están llenas de fuerza y épica.
Cómic ejemplar, perfecto en su desarrollo argumental y sobresaliente en su apartado gráfico, una auténtica joya.


EL DRAGÓN NEGRO


Serie publicada también el el sello Epic Illustrated en 1985 y que fue desarrollada en 6 números, donde Claremont y Bolton nos cuenta la saga medieval del caballero James Dunreith, exiliado por el difunto rey Enrique II y que vuelve para reclamar sus tierras, pero antes debe cumplir una misión encomendada por la reina Leonor de Aquitania, ya que esta cree que el antiguo amigo del caballero, Edmund DeValere está tramando una conspiración y que para ello usa magia negra.
James encaminará sus pasos al condado de Glenowyn, hogar del supuesto conspirador, por el camino se encontrará con Brian Griffon, su viejo escudero y con la hija de Edmund, Elliane, a la cual rescata del ataque de unos bandidos, entre ellos surgirá el amor y también contará con la ayuda de un avezado arquero, Robin Hood.
Pero durante el camino iran descubriendo, que algo oscuro y terrorífico amenaza a Inglaterra, pero en los momentos difíciles al caballero se le aparece un Dragón Negro, que le ayuda a superar sus miedos y recuperarse de sus heridas.
Claremont empieza su obra como una historia de caballeria al uso para ir derivando poco a poco a una historia de terror, aunque hay magia y criaturas míticas como duendes y hadas, la historia es adulta y poco convencional, el único pero es quizás un final un tanto recargado, pero que no empaña el resultado final, de una obra muy por encima de la media. Bolton vuelve a hacer una demostración de su inmenso talento, logrando otro trabajo excepcional.
Con estas dos obras Claremont demostró, que era más que un simple guionista de superhéroes, capaz de desarrollar obras de calado en un género, como la espada y brujeria, mientras que Bolton fue más allá de la simple ilustración, en definitiva dos obras maestras, incontestables.