domingo, 10 de enero de 2016

Sagas Marvel: El otro Capitán América

El Capitán América hizo su  debut en marzo de 1941, precedeciendo la entrada de los Estados Unidos en la II Segunda Guerra Mundial y así  el personaje se encontró  inmerso en la oleada de fervor patriótico que  siguió a Pearl  Harbor, de este modo se identificó para siempre con ese periodo bélico.
Cuando acabó la guerra, el Capitán América pareció  perder su razón  de ser y unos años después fue retirado. En sus cómics sólo quedaba la cabecera con su nombre ya que el personaje no salia en los mismos,  y en 1949 Timely echó el cierre a la colección.
En 1953 se intentó revivir al personaje pero la cosa no funcionó y no fue a causa del dibujo ya que el encargado fue John Romita, el problema de la serie es que estaba demasiado sobrecargada de propaganda, en todas las portadas aparecía el eslogan "Capitán América. ..destructor de comunistas". La serie apenas duró unos números, tendría que pasar una década hasta que el Centinela de las Barras y Estrellas volviera a tener relevancia.
Esto sucedió en Avengers # 4 (marzo 1964), el personaje fue revivido cuando Los Vengadores lo descubrieron congelado en el Ártico y lo rescataron. Este hecho supuso una contradicción ya que en el cómic se narraba que tanto el Capi como su joven compañero Bucky Barnes habian perecido al final de la contienda.
Por lo tanto la identidad del Capitán América de los 50 se convirtió en todo un misterio, la situación necesitaba una aclaración, la idea de contar el origen de este Capi surge de Roy Thomas aunque el autor que la plasmó fue un guionista recién llegado al medio, Steve Englehart.
Englehart se encontró con una serie al borde de la cancelación y en seis meses logro convertirla en la más vendida de Marvel, cosa que no es de extrañar por la calidad de sus guiones y por el enfoque realista con que dotó al personaje.
En esta primera saga que recogia los números de Captain America # 153-56 (septiembre, diciembre 1973) el enemigo no era un supervillano si no algo más siniestro, una versión deformada del propio personaje, un alter ego fascista, reacionario y enloquecido, un enemigo que haría replantearse al Capitán América cual es su sitio en este nuevo mundo, con una pérdida de inocencia que lo llevaría en un futuro cercano a una fuerte crisis personal y al abandono de sus ideales.
El Capi de los 50, fue un niño que creció admirando a su héroe y que con el paso del tiempo llego a convertirse en una obsesión, en1952 le llevó a Alemania para descifrar los archivos de los nazis que trataban sobre su ídolo, cuando de forma casual descubre la fórmula del super-soldado, con este descubrimiento se encamina a Washington con el feliz hallazgo, donde con el consentimiento del gobierno decide aplicarse el suero, la obsesión es tal que decide operarse el rostro para ser igual que Steve Rogers.
Un buen día encuentra a un chico con un parecido asombroso con Bucky y decide recrutarlo, asi se convierten durante un breve periodo de tiempo en el azote del comunismo en cualquiera de su facetas. Lo que desconocen es que el suero no es perfecto y altera su estado mental, convirtiéndolos en unos enloquecidos justicieros.
Esto asusta al gobierno que decide someterlos a suspensión animada hasta que sepan que hacer con ellos, hasta que en 1973 son reanimados por su guardián para que "limpien" América, pero descubren que hay un nuevo Capitán América, piensan que es una mera imitación y no el original, su vida se dedicará a la destrucción del que piensan que es un impostor.
Englehart pobló la serie de un alto contenido político y de problemas sociales, el enemigo  no eran los nazis, ni los rojos, eran unos ideales anticuados que se caían por su propio peso. La sociedad norteamericana tenia otros códigos de moralidad, hay estaba Vietnam y la ola de pacifismo que recorrió el país, las crisis raciales, el Watergate, todo ello lo aplicó en la serie el guionista, dando a la misms un toque de realismo y credibilidad.
El Capitán América abandonó los antiguos símbolos para abrazar esta nueva época menos idealizada, donde la visión paternalista que el abanderado ejerció antaño quedo obsoleta, por lo tanto puede decirse que  Englehart lo íntegro en la modernidad, algo que queda reflejado en esta saga y que posteriormente seria desarrollado en El Imperio Secreto, obra maestra que derribó muchos convencionalismos, con un final antológico.
El dibujante es Sal Buscema, su paso por la serie del abanderado es sin duda lo mejor que realizó para Marvel, demostrando que era más que un mero artesano, no estaría mal que se  reconocieran sus méritos.
Englehart se convirtió con su paso por la serie en uno de los grandes guionistas del Centinela de la Libertad, llevando al personaje por nuevos caminos, ciertamente interesantes.

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