viernes, 18 de octubre de 2013

Ragemoor

Noma recopila en un tomo los cuatro números de los que consta Ragemoor, publicada por la editorial Dark Horse. Obra que es un sentido homenaje a los relatos de terror de Edgar Allan Poe y Lovecraft, llena de fuerzas oscuras y sombrias, castillos lóbregos y hombres enfrentados a fuerzas siniestras que no logran comprender, provenientes de tiempos inmemoriales.
Sus autores son el mitico Richard Corben y uno de sus colaboradores habituales, el guionista de origen checo Jan Strnad, juntos habian trabajado en series como el clásico de la ciencia ficción Mundo Mutante o en infinidad de trabajos para la editorial Warren.
Esta obra sigue los parámetros habituales de los castillos malditos, aunque hay una variante y es que este último es una entidad viva y cambiante, donde bajo sus sótanos se ocultan entidades oscuras,enemigos acercándose de todas partes, incluida el alma del castillo.
Strnad y Corben nos cuentan la historia del dueño del castillo Herbert y su criado Boderick en medio del horror generalizado del castillo Ragemoor. Herbert es el amo del castillo, pero según avanza la historia conoceremos  quién es el verdadero amo. 
Criado y aislado desde niño en el castillo, descubrimos que es inocente y fácilmente manipulable emocionalmente por unos personajes más siniestros y astutos que entran en su vida. Siendo traicionado por sus propias pasiones,  lo llevan a cometer uno de los pecados más grandes inimaginables, lo que tiene consecuencias terribles para él.

Jan Strnad hace un trabajo digno, siguiendo las pautas convencionales del género, logrando una buena historia, aunque irregular, ya que tener en la parte gráfica a un portento como Corben, allana y mucho el camino, el guionista tira de oficio y que el genial dibujante haga el resto.
Y vaya si lo hace, con su particular e inconfundible estilo, Corben se adueña del relato, creando la atmósfera adecuada, sus hermosas tonalidades de grises y su ejemplar dominio de los claro-óscuros, dan a esta historia la brillantez adecuada.
Obra correcta e irregular, donde sigue asombrando  la fuerza y maestria de un veterano como Corben; sin él sinceramente, Ragemoor seria otra cosa.

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