domingo, 6 de noviembre de 2016

Estela Plateada de Stan Lee y John Buscema

A mediados de los años 60 la serie de Los 4 Fantásticos adquirió unos tintes cósmicos y místicos que nadie habría creido posibles en el medio, los cohetes y platillos volantes, que tanta transcendencia tuvieron en los relatos de ciencia ficción de poco tiempo atrás, se convirtieron en vehiculos mundanos utilizados para visitar otros planetas.
Pero para los lectores de Marvel eso no supuso un problema, ahora era posible acompañar a Los 4 Fantásticos al Subespacio, al interior de la Zona Negativa y a través del Infinito. Aunque las historias del grupo dieron un salto cualitativo con la llegada de Galactus, un gigantesco alienigena que se alimentaba de la energia de planetas, sin embargo este ser no venia sólo, a su lado estaba Estela Plateada; esto ocurrió en The Fantastic Four # 48 (1966),
Stan Lee y Jack Kirby habian discutido la historia y prácticamente estaba cerrada, pero Kirby tuvo la brillante idea de meter un heraldo que precediera la llegada del Devorador de Mundos, el personaje fue toda una sorpresa y todo un éxito, ya que pese a su apariencia y servir a uno de los más terroríficos villanos del cómic, el ser cuasidivino conocido como Galactus, Estela vio la grandeza del ser humano y se enfrentó a su amo convirtiéndose en un héroe, pero fue condenado a pasar el resto de su vida en la Tierra, siéndole negado cualquier acceso al universo infinito que tanto amaba.
El personaje siguió saliendo en los cómics de Los 4F y en cada aparición se hacia más popular, por lo que Stan Lee decidió darle su propia colección, Silver Surfer # 1 (1968) aunque esta vez el encargado del dibujo era John Buscema. Los autores inventaron un pasado para el Centinela de los Senderos Siderales y se reveló que inicialmente el personaje había sido Norrin Rad, un inquieto habitante del planeta Zenn-La, un pacifico y utópico mundo. Cuando su raza fue amenazada por Galactus, Norrin Radd la salvó ofreciéndose  a convertirse en el heraldo del Devorador de Mundos, aunque lo verdaderamente terrible sería tener que abandonar a su amada Shalla Ball.
Los guiones de Lee dotaron al personaje de nobleza y cierta carga filosófica al hacerle un observador imparcial de la locura humana, raza a la que intenta entender pero de la que sólo recibe odio e ira. Sin lugar a dudas un hecho decisivo para el devenir de la serie sería, que un alma tan noble como la de Estela tuviera su contrapartida y asi en el nº 3 de la colección surge Mefisto, la reencarnación del demonio que ansia la pureza del alma y que se convertiría en el enemigo por excelencia de toda esta etapa.
La colección fue cuidada al detalle, ya que tenia el doble de páginas de lo normal y también precio doble, John Buscema logró un trabajo excepcional, frente a la corpulencia de Kirby estilizó al personaje, impregnando toda le serie de clasicismo y belleza, convirtiendo cada viñeta en una obra de arte, pese a la enorme calidad que atesoraba la serie no lograba despegar con la ventas, ya fuese por el precio de la misma o por que un alienigena noble, contemplativo y altruista era ciertamente una anomalia en el violento mundo del género superheroico. En cuanto al precio, se rebajó en el nº8  y a Estela se le fue dando paulatinamente una ferocidad y salvajismo que no le sentaron nada bien y tras dieciocho número se canceló.
El paso del tiempo ha puesto la serie en el lugar que le pertenece, una serie que simbolizó el más sincero esfuerzo de Marvel por elevar a cotas superiores un género tan encorsetado como el de los superhéroes.

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