martes, 20 de agosto de 2013

Dago nº2: La marca del látigo

Segundo número de Dago, la serie creada por los excepcionales Robin Wood y Alberto Salinas, donde nos relatan la terrible traición que padeció un noble veneciano, Cesar Renzi. A causa de este suceso es encontrado medio muerto por unos piratas turcos con una daga clavada en su espalda y convertido en esclavo con el nombre de Dago.
Arrogante y altivo, aprenderá a base de latigazos la debida obediencia  y desarrollará una gran astucia que le ayudará a sobrevivir donde otros encuentran la muerte.
En este nuevo tomo hay sutiles cambios en la vida del personaje, ya que cae en manos de Orbashá, el león del desierto, jefe de una feroz tribu de beduinos, allí gracias a su valor se convierte en amigo del caudillo y su nombre se convertirá en leyenda.
Aunque el cautiverio le persigue, cayendo de nuevo en manos de los turcos y pasa a ocupar otro mezquino trabajo en el polvorin de Argel.
La pólvora le quema poco a poco los pulmones, a punto de morir la suerte se alia con él y salva la vida al mismisimo Barbarroja y con otro golpe de suerte del destino logrará dar muerte a uno de los traidores que arruinaron su vida, Kalondrakis.
Wood retrata a la perfección la turbulenta vida en el Mediterráneo del siglo XVI, donde imperios poderosos, como el otomano, el musulmán o el cristiano luchan por su supremacia y en este dificil marco se mueve nuestro protagonista.
Pese a seguir los mismos parámetros que el anterior volumen, el guionista consigue que estos parezcan novedosos, aportando grandes elementos dramáticos y unos diálogos poéticos e hipnóticos, llenos de tristeza y soledad, ya que Dago y todos los grandes personajes de Wood no son héroes al uso, si no antihéroes, llenos de muchas aristas y complejidades.
Pese a retratar una historia dura, ya que la vida de un esclavo suele valer muy poco, siempre deja una puerta abierta a la esperanza.
Si los resortes narrativos y dramáticos de Wood son espléndidos, el trabajo de Salinas no le queda a la zaga, autor que domina todas las facetas del dibujo, es sin duda uno de los grandes maestros del medio, que tal vez se merezca más reconocimiento.
En definitiva, una pequeña joya, que recomiendo encarecidamente, nada en ella defrauda, ya que muy pocas veces se conjugan un guión y dibujo tan buenos.

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