lunes, 20 de mayo de 2013

Ojo de Halcón de Fraction y Aja

Ojo de Halcón (Clint Barton), siempre fue un gran personaje desde su efimera época de villano hasta su paso a superhéroe, donde destacaria como miembro de Los Vengadores. Su carácter discolo y un tanto chulesco no desentonaba en el grupo, de hecho se convierte en un referente dentro de la formación, sin embargo fuera de la misma el personaje perdia intensidad y asi pese a tener alguna miniserie interesante, sus aventuras en solitario nunca tendrian el interés que merecian y esto valió para potenciar aun más su eterno rol de secundario.
Pues bien, Matt Fraction y David Aja, que ya habian colaborado en la interesante El Inmortal Puño de Hierro, deciden darle una oportunidad al bueno de Clint. Para ello alejan al personaje de su manto superheroico para hacerlo más mundano, en números autoconclusivos nos mostrarán a un personaje distinto al que conociamos, de hecho en estos primeros números no lleva su traje y usa muy poco su arco.
Sigue siendo tozudo y cabezota, pero ahora vemos a un hombre más preocupado por sus vecinos y su barrio, sus enemigos no son grandes amenazas globales si no matones de medio pelo, vestidos con chandal y no sólo da, si no que recibe alguna que otra paliza, en pocas palabras desconstruyen al personaje para hacerlo más interesante y moderno.
Fraction toma como referente el género cinematográfico, en este caso a Tarantino y al igual que en su obra Pulp Fiction, la historia parece un tanto caótica y desordenada, pero al final todo tiene sentido, también mete en la serie a Kate Bishop, la joven arquera de Los Jóvenes Vengadores.
Kate será una especie de ayudante del héroe, aunque también funciona como complemento humoristico, ya que los diálogos entre ambos son mordaces y chispeantes, cargados de intenciones, su otro ayudante será un perro tuerto con el nombre de "Flecha".
En los primeros números de la serie, la parte gráfica corre a cargo de David Aja, su dibujo me recuerda al Mazzucchelli de Batman "Año uno". Aja domina como nadie los resortes narrativos, sólo hay que ver la sencillez y espresividad de su trazo, su dinamismo para darnos cuenta de que estamos frente a un autor extraordinario, es tal su pericia que muchas de su páginas funcionan como una pelicula muda y no se echan en la falta los diálogos. También destacar el arte de Javier Pulido, autor de lineas más claras y limpias, que hace un trabajo francamemte interesante.
Obra entretenida y fresca, con grandes dosis de humor, más cercana al thriller cinematográfico que al género superheroico, desmitificadora y moderna, pero por encima de todo destaca el arte de Aja, palabras mayores.

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