lunes, 18 de marzo de 2013

Dago: Traición y sangre

Dago surgió del talento de dos autores extraordinarios, Robin Wood y Alberto Salinas. Empezó a publicarse en la revista argentina Nippur Mágnum Todo Color # 1 (junio 1981), siendo editada por la editorial Columba.
La historia de Dago no es diferente a la de las grandes craciones de Wood, Nippur o Dax, hombres solitarios, enfrentados a un mundo hostil, donde prevalecerán gracias a la fuerza de su brazo y a su astucia, pese a esa capa de dureza exterior en el fondo son héroes, enfrentándose al mal en cualquiera de sus variantes.
Wood gran lector de novelas de aventuras clásicas, toma en Dago como referencia la obra de Alejandro Dumas y su inmortal personaje "El Conde de Montecristo". Y asi asistimos a como Cesar Renzi, un noble veneziano se ve envuelto en una red de intrigas, donde una serie de mezquinos personajes conspiran a favor del Sultán Soleiman, para romper la alianza entre la poderosa España y Venecia, aunque son descubiertos por el padre del joven y eso lo condena a él y a su familia a la muerte. Lo más duro es ver que entre los traidores está su mejor amigo, siendo este quién le clava una daga en la espalda y le tira al mar, tras ser encontrado por los turcos es llamado Dago, debido al arma que casi le cuesta la vida.
No nació para ser esclavo y esa arrogancia está a punto de costarle la vida, solo la ayuda de un anciano llamado Selim le enseñará las normas básicas de la supervivencia, y asi el impulsivo joven, se convertirá en alguien astuto capaz de sacar provecho de cualquier situación.
Wood crea una historia trágica, con elementos tan reconocibles como la traición, la venganza, acción y aventuras, situadas en un marco tan complejo como el Mediterráneo del siglo XVI, donde musulmanes y cristianos, luchaban por la hegemonia de sus imperios. Su historia contiene algo inherente a sus grandes creaciones y es la eterna soledad, en Dago todos los que le rodean acaban muriendo, empezando por la familia y todos aquellos con los que comparte esclavitud y que son los únicos a los que pudo llamar amigos.
Wood emplea su tiempo, todos sabemos que la única meta es la venganza de Dago, pero mientras tanto profundiza en el espiritu del joven, en su inteligencia y su fuerza interior, con la que logra superar trabajos infames capaces de doblegar a cualquier hombre. Aveces se ve superado por ello, abandonándose a su suerte, pero algo en su interior se revela y surge un hombre nuevo cargado de cinismo y una capa de dureza, que no lo es tanto cuando tiene que proteger a un inocente.
Si Wood maneja con sabiduria el arte narrativo, en la parte gráfica está uno de los grandes autores argentinos, Alberto Salinas. Poseedor de un trazo elegante y con un preciso dominio de los claroscuros, consigue en Dago un trabajo rotundo, junto a Wood ya nos habian maravillado con su acercamiento a la figura de Drácula.
En 1996 la editorial Columba cerró, pero Dago continuó su largo camino editado para el cómic italiano, siendo dibujado en esta nueva singladura por Carlos Gómez y Joan Mundet, eso si siempre bajo los sólidos guiones de Wood.
Dago es una de las grandes obras del cómic argentino y viendo el nivel de sus autores eso quiere decir mucho.

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