domingo, 17 de junio de 2012

1997: Rescate en Nueva York

ESCAPE FROM NEW YORK
USA 1981
Director: John Carpenter.
Productora: Avco Embassy.
Productor: Debra Hill, Larry Franco.
Guión: John Carpenter, Nick Castle.
Fotografía: Dean Cundey.
Música: John Carpenter.
Efectos especiales: New World/Venice, Roy Arbogast, Pat Patterson, Eddie Surkin, Gary Zink.
Intérpretes: Kurt Russell, Lee Van Cleef, Ernest Borgnine, Donald Pleasance, Issac Hayes, harry Dean Staton, Seasob Hubley.
Duración: 98 minutos. Color.

1997: Rescate en Nueva York ejemplica magnificamente: 1) que a partir de una sola buena idea alargada es más que problable que nazca una pelicula mediocre; y 2) que John Carpenter, buen creador de climas limite, es un pésimo director de actores.
Un comando terrorista de clara inspiración marxista secuestra el avión privado en el que viaja el Presidente de los Estados Unidos. Totalmente desquiciados, los guerrilleros deciden estrellar el aparato en la isla de Manhattan, convertida en una enorme prisión federal en la que los criminales sobreviven, hacinados, regidos por la ley del más fuerte.
El presidente logra escapar con vida del choque gracias a una cápsula superresistente, pero es atrapado por los convictos, que determinan divertirse martirzando al hombre que los confinó.
Un condenado, un ex-militar asocial llamado Serpiente (Kurt Russell, un tanto excedido en su cara de pocos amigos), recibe una oferta inaudita: obtendrá la libertad a cambio de rescatar al presidente en las veinticuatro horas de rigor.
Serpiente vuela hasta Manhattan y comienzan sus andanzas. Se enfrenta a varios delincuentes enloquecidos, vence al lider de la prisión, un tipo de la peor calaña llamado el Duque (Isaac Hayes, totalmente desmadrado en su interpretación), se alia con dos facinerosos amigables (Ernest Borgnine y Harry Dean Staton) y libera al Presidente (Donald Pleasance).
Pese a momentos iniciales prometedores, en los que tanto tras la propuesta argumental como en la factura estética se adivinan las mejores intenciones, la pelicula no consigue escapar de un error habitual en el cine de Carpenter: la construcción de todo discurso dramático a partir de la repetición de elementos nimios; desde que Russell aterriza en Manhattan hasta que regresa al continente con el Presidente vivo, todo lo más que ha ocurrido es una serie de trifulcas de intensidad variable pero de planificiación calcada.
En 1996 Carpenter y Russell craeron una secuela: Escape from L.A., obra totlamente fallida y que seguia los esquemas de la original.

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