martes, 12 de junio de 2012

Pánico infinito

Panic in the year zero
USA 1962
Director: Ray Milland.
Productora: American International Pictures.
Productor: Lou Russof y Arnold Houghland.
Guión: Jay Simms y John Morton.
Fotografía: Gil Warrenton.
Música: Les Baxter.
Efectos especiales: Pat Dinga y Larry Butler.
Intérpretes: Ray Milland, Jean Hagen, Frankie Avalon, Mary Mitchell, Joan Freeman, Richard Garland, Rex Holman.
Duración: 92 minutos. B/N.

Magnifico actor premiado por la academia hollywoodense con un oscar por su actuación de alcohólico en Dias sin huella (1945), Ray Milland logró escapar a unos inicios de galán para asentarse como excelente caracteristico y faz ideal para torturados protagonistas de lo fuera de lo común.
En los 60 tuvo trabajo an la AIP, productora vinculada a Roger Corman, estando precisamente de protagonista en dos obras de culto del citado director: La obsesión (1962) y El hombre con rayos x en los ojos (1963). En esa productora recibió carta blanca para realizar un largometraje, misión que no era desconocida para él, ya que intermitentemente había dirigido Un hombre solo (1955).

Pánico infinito está considerada con todo merecimiento uno de los esfuerzos más acertados, un estupendo ejercicio filmico cuyo plano discursivo supera en interés al meramente funcional de relato de acción.
Esta fama la ha ganado a posteriori, puesto que en la época de su proyección pasó sin pena ni gloria, siendo tildada de apologia de la violencia, cuando todo ese transfondo virulento contenido estaba destinado a una coherente oratoria moral sobre el ser humano enfrentado a si mismo, el hundimiento de los sistemas y la pérdida de todos los valores, que convierten al hombre en una entidad social y no en un criminal depredador.
El personaje interpretado por Milland fue toda su vida, un ciudadano modelo, crédulo, tranquilo, amante de su familia, cumplidor en el trabajo. Después de una explosión nuclear y de la salida a la luz de un nuevo planeta en ruinas, de una tierra arrasada pasto de la rapiña subhumana, su caracter cambiará.
Aferrado a las únicas constantes que le enlazan emocionalmente con el pasado no dudará en asesinar y ser algo asi como una fiera. Esa actitud chocará con los ideales todavia provistos de esperanza de su mujer e hijos.
Cuando la violencia, la muerte y la violación toquen de cerca a los ilusos, llegarán a comulgar con la deshumanización del cabeza de familia, y a seguir el duro camino de la supervivencia sin que se sepa a ciencia cierta si el futuro les reserva algo positivo.
Como puede verse, una obra sin concesiones, sin pronunciamientos maniqueos ante los hechos narrados. El uso de metraje documental agudiza la sensación opresiva que se trataba de pulsar, un ahogo, una falta de aliento ante el limite. Nada de heroicidades, nada de bonitas fabulas, la terrible y dura realidad desoladora.

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