domingo, 10 de junio de 2012

Superman # 1

El afan recaudatorio de la editorial DC, llevó a los ejecutivos con toda la desfachatez del mundo a planear un nuevo comienzo para sus personajes más populares, asi algunos de los cuales con más de 70 años de historia, son llevados a un nuevo status. Para ello se inventaron un rocambolesco evento llamado Flashpoint donde jugaban con la alteración de lineas temporales y el mundo tal y como lo conocemos es ligeramente cambiado.
Uno de los personajes afectados es el Hombre de Acero, de la mano de un nuevo equipo creativo formado por Grant Morrison y Rags Morales, el personaje es remozado tanto en aspecto como en concepto.
Morrison, gran conocedor de la historia del personaje como ya demostró con el estupendo All Star Superman junto a Frank Quitely, fija sus ojos en los origenes del mito, nada más y nada menos que en el Superman de Jerry Siegel y Joe Shuster.
A finales de los años 30, el Hombre de Acero era un rebelde que hacia con sus propias reglas como debia de funcionar el mundo, era un anarquista capaz de partirle la cara a cualquier juez o policia corrupto, no tenia piedad, era el campeón del pueblo, surgido de un época tan cruenta como la Gran Depresión.
De estos conceptos primitivos, surge este nuevo Superman, no es tan salvaje como el de los años 30, pero es osado y arrogante e insultantemente joven tanto en su aspecto fisico como en su vestimenta, su nuevo uniforme es una pequeña capa roja, una camiseta con la S en el pecho, vaqueros y botas. Es menos poderoso, no puede volar y en algunos aspectos recuerda a Peter Parker, un chaval con gafas y problemas para pagar a su casera.
El nuevo enfoque al superhombre esta bien desarrollado, es atrevido y fresco con momentos estelares, aunque el elenco de secundarios no están a la altura. Luthor sigue siendo el malo malisimo, pero ¿donde está el cambio, si transformas al héroe con todo lo que ello implica?, por que no hacer lo propio con el villano, tal vez sea por ahi por donde flojea la serie, Luthor es el de siempre, un megalómano con delirios de grandeza, que odia al nuevo defensor de Metropolis y no sabemos las causas de ese odio, tampoco Lois y Olsen aportan de momento demasiado a la trama, esperemos a ver por donde van los acontecimientos.
A los lápices está un Rags Morales más espectacular que nunca, su frenetica escena de Superman parando a un tren es un prodigio de ritmo narrativo, su caracterización de héroe desborda realismo y vitalidad, aunque quizá el entintado ensucie sus dibujos.
Serie interesante, que mantiene un buen pulso narrativo, aunque hay que esperar próximas entregas para juzgarla, ya que Morrison suele empezar sus obras de forma poderosa, para poco a poco ir perdiendo fuelle, aunque de momento hay que darle una oportunidad.

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