domingo, 3 de julio de 2011

Capitán América: No hay salida.


Nueva etapa en la cabecera del Capitán América. Entramos de lleno en la "Edad Heroica" y para ello Brubaker nos ofrece una saga donde enfrenta a nuestro héroe al hijo de un viejo criminal nazi, el Barón Zemo y donde se dará cuenta de que no puede huir de su pasado.
Helmut Zemo, descubre la identidad del nuevo Capitán y quiere acabar con el trabajo que empezó su progenitor. Para ello ideará un complejo y eficaz plan, atacará a sus aliados, a la vez que drogará al joven para que ataque a un grupo de policias.
Pero el plan del antiguo lider de los Thunderbolts es mucho más ambicioso pues filtra a la prensa la verdadera identidad del Capi, que no es otra que la del Soldado de Invierno, criminal al servicio de la antigua Unión Soviética, bajo cuya identidad cometió horribles crimenes.
Aunque las intenciones de Zemo no están muy claras y se enfrenta a Bucky en un extraño juego psicológico, donde palabras como redención y culpa, hacen dudar al héroe de su conducta moral.
En su ataque a James Barnes, el Barón no está sólo, cuenta con viejos aliados de su padre como Hauptmann Mano de Hierro y una nueva versión del Escarabajo, mucho más letal que su predecesor.

Donde sobresale la historia es cuando Brubaker explora la personalidad de los dos adversarios. El Capitán América es un héroe de verdad, pero aún recuerda los horrores de su tiempo al servicio de los soviéticos. Esto contrasta con el Barón Zemo y su ambigüedad moral, fue un devoto nazi, jugando y disfrutando del papel de un superhéroe, como un medio para alcanzar sus sueños de conquista. Son personajes complejos que se ven obligados a hacer frente a una realidad que no pueden encontrar aceptable, cada uno está construido a partir de un pasado ambiguo que entra en conflicto con sus funciones actuales.

La serie, una de las mejores de los últimos tiempos, va perdiendo poco a poco empaque, los guiones de Brubaker dan muestra de cierto cansancio. Las historias siguen siendo entretenidas, pero han perdido la espectacularidad de antaño, también es cierto que la baja de Steve Epting es demasiado grande. El nuevo dibujante Butch Guice, cumple pero sin ningún alarde gráfico.
En resumen, aunque haya perdido frescura, sigue siendo una serie muy superior a la media, asi que vamos a seguir dándole una oportunidad

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