sábado, 24 de diciembre de 2011

Aquaman: La muerte de un príncipe

Creado por el guionista Mort Wesinger y el dibujante Paul Norris en More Fun Comics # 73 (noviembre de 1941), fue uno de los pocos sobrevivientes a la crisis del género durante los años 50. Pese a esa longevidad, el personaje siempre ha sido un héroe de segunda categoria.
Aquaman tendria más relevancia como fundador e integrante de la Liga de la Justicia que en solitario, aunque eso no quite que haya tenido etapas interesantes como las realizadas por Ramona Fradon o Nick Cardy y es que las aventuras de la "maravilla marina" cuyo poder real es controlar telepaticamente a la criaturas marinas, no dan para más.
La muerte del príncipe contiene una de las etapas más dignas que ha tenido el personaje a lo largo de su historia. Estas transcurren desde el nº 444-453 de Adventure Comics, donde compartia páginas con otros ilustres personajes de la editorial como Los Siete Soldados de la Victoria, El Detective Marciano o El Creeper.La obra continuaría en los nº 57-63 de Aquaman.
Esta serie fue realizada por un nutrido grupo de guionistas y dibujantes, de los cuales cabe destacar por su calidad a David Micheline y Jim Aparo.
El arco argumental recoge desde simples historias donde Aquaman se foguea con su galeria de villanos habituales, Manta Negra, El Pescador o su hermanastro El Señor del Océano, hasta sagas más interesantes como la pérdida del trono de Atlantis a manos de un misterioso personaje, Kharson, que es mucho más de lo que parece, o la saga de la muerte de su hijo a manos de su mayor enemigo Manta Negra; este crimen será la causa de desavenencias con su mujer Mera y con su pupilo Aqualad, ya que tras cazar al villano el héroe debe escoger entre la justicia o la venganza.

David Micheline, famoso por su realismo al retratar a Iron Man como un alcoholico, escribe una historia eficaz aunque en los momentos claves como la muerte del niño le falte dramatismo y fuerza, mientras en Marvel eran mucho más realistas, en DC eran más edulcorados y simplistas, ya vendrian otros tiempos donde los viejos peronajes se convertirian en héroes más oscuros y sangrientos.

El dibujante que llevo el peso gráfico es Jim Aparo,  autor que en España no tiene todo el reconocimiento que se merece. Aparo nuna nego su admiración por Neal Adams, autor al que tomo como ejemplo a la hora de desarrollar su obra. Sus personajes eran más delgados y estilizados que los de Adams, también destaca por la realización de unos fondos muy trabajados y ricos en detalles. Autor de trazo limpio y elegante, no sólo dibujaba las páginas interiores sino que se entintaba a si mismo y realizaba las portadas.
Este puñado de historias rebosan clasicismo por los cuatro costados, aunque quiza sean considerdas como añejas por las nuevas generaciones. Pero aunque sólo sea para reinvidicar el arte de Jim Aparo, vale la pena darles una oportunidad.

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