lunes, 12 de diciembre de 2011

La isla de las almas perdidas

The Island of the Lost Souls
USA 1932
Director: Erle C. Kenton.
Productora: Paramount.
Guión: Waldemar Young, Philip Wyle.
Fotografía: Karl Struss.
Efectos especiales: Gordon Jennings.
Intérpretes: Charles Laughton, Richard Arlen, Leila Hyams, Bela Lugosi, Katleen Burke,Arthur Hohl.
Duración: 72 minutos, B/N.

Pese a ser etiquetada por la Paramount como "la más estremecedora sinfonia de terror de H.G.Welles" y lanzada a bombo y platillo gracias a una espectacular campaña publicitaria, centrada por completo en la grotesca y atrayente mujer pantera interpretada por Katleen Burke, La isla de las almas perdidas resultaría a la postre y comparada con otras producciones terroríficas de la época como Drácula (1931), El doctor Frankesntein (1931), La Momia (1932), un relativo fracaso comercial, aunque no artistico.
Adaptado de la novela homónima del escritor británico H.G.Welles, sin embargo el guión del largometraje seria repudiado hasta la extenuación por el propio autor, molesto por lo que él consideraba una clara deformación de sus intenciones literarias. Hecho comprensible, ya que si bien la obra original contenia la mayoria de elementos macabros utilizados en la pelicula, lo que no compartia con esta era el truculento y extravagante tono "grandguiñolesco" propio de los films de terror coetáneos.

Charles Laughton da vida de forma espeluznante al desquiciado doctor Moreau, un cientifico demente apartado del mundo en su isla y dedicado a los más siniestros experimentos biológicos. Su mayor obsesión radica en intentar emular a Dios, acelerando el proceso de evolución en diversos animales, mezclando genéticamente a éstos con hombres, hasta dar vida a una nueva especie de seres humanos superiores.
No obstante, hasta el momento el resultado de dichos experimentos no es otro que la repugnante creación de deformes criaturas mutantes, a las cuales somete mediante control hipnótico, entre los monstruos se encontraban futuras estrellas como Randolph Scott o Alan Ladd y en un papel más relevante, un maquilladisimo Bela Lugosi.

El transtornado cientifico encontrará la firme oposición de un joven aventurero (Richard Arlen) y su hermosa novia (Leila Hyams), pero ante quienes acabará sucumbiendo de forma terrible será a manos de sus propias creaciones, las cuales en el último momento, se revelarán contra la crueldad de creador, amo y señor.
Gran parte del impacto que aún hoy provoca la pelicula, aparte de la impresionante fotografía de Karl Strus, provenia de la arrolladora interpretación de Laughton, un auténtico huracán de sadismo expresivo, quién  en sus monentos más excesivos transmite verdaderos escalofrios, como ese imprevisible y peligroso Moreau, capaz de cualquier cosa en su megalomaníaca borrachera de poder.

El director Erle C. Kenton, obtendria un soberbio resultado de los inquietantes escenarios naturales de la isla donde rodó, Santa Catalina, impregnando a la pelicula con un enfermizo y correoso ambiente de incómoda sensualidad, pues uno de los planes del doctor es cruzar a su enemigo Arlen con la evolucionada mujer pantera, pero cuya fisionomia, ya comienza a revertir a su estado primigenio.
Mencionar por último que el largometraje sería inmediatamente prohibido por la censura inglesa, no pudiendo ser estrenada comercialmente en las Islas Británicas hasta treinta años después.

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