miércoles, 8 de febrero de 2012

El Hombre y el Monstruo

Dr. Jekyll and Mr. Hyde
USA 1931
Director: Rouben Mamoulian.
Productora: Paramount Pictures.
Productor: Rouben Mamoulian.
Guión: Samuel Hoffenstein y Percy Heath, según la novela de Robert Louis Stevenson.
Fotografía: Karl Struss.
Música: Robert Schumann.
Montaje: Willam Shea.
Efectos especiales: Farciot Edouart.
Dirección artistica: Hans Dreier.
Intérpretes: Fredric March, Miriam Hopkins, Rose Hobart, Arnold Lucy, Tempe Piggot, Halliwell Hobbes, Edgar Norton, Eric Wilton, Douglas Walton.
Duración: 82 minutos. B/N.

Posiblemente, la más famosa y conseguida versión del mito del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, aunque no fuera la primera. Previamente habia sido llevado al cine por Lucius Henderson (1912), John S. Roberston (1920) y Friedrich Wilhelm Murnau (1920). De todas las maneras tiene el honor de ser la primera versión sonora, no superada por posteriores acercamientos, como las de Victor Fleming (1941), Lance Comfort (The Ugly Duckling,1959), Terrence Fisher (Las dos caras del Dr. Jekyll, 1960) Roy Ward Baker (Dr Jekyll y su hermana Hyde,1971) o Charles B . Griffith (1980).
A pesar de ello, en algunas de ellas se presentaban estimulantes variaciones sobre el tema, que cineastas como Jean Renoir (El testamento del Dr. Cordelier, 1960) o Jerry Lewis (El profesor Chiflado,1963) abordarían desde una pespectiva algo diferente.
La elegante puesta en escena, impropia de un director que procedia del campo teatral, pero que descubrió rápidamente el lenguaje cinematográfico, consiguiendo films tan notables como La reina Cristina de Suecia (1933), El signo del Zorro (1941) o Sangre y Arena (1941), está al servicio de una interpretación rigurosamente fiel al texto de Stevenson.
La tragedia del protagonista, el cientifico víctima de sus propios experimentos que lo convierten en el monstruoso señor Hyde, se plantea desde la dualidad. La aparente placidez de los momentos de calma revisten una átmosfera inquietante que enlaza con plena coherencia a los momentos de horror.
Al igual que James Whale, Mamoulian no era un director especialmente predispuesto para el cine fantástico. Sin embargo, su única pelicula en el género demuestra no sólo un notable talento narrativo sino también un profundo conocimiento de sus recursos especificos. El horror y la poesia se combinan de forma admirable a partir de un incisivo transfondo de fantasia cientifica.
Mención aparte, reflejar la impresionante interpretación del actor Fredric March, la que le valdria para ganar su primer Oscar.

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