A principio de los años 60, la pequeña editorial Marvel vivia en una continua expansión, cada nuevo personaje que creaba era un éxito, aunque quizás el éxito más sorprendente fuera el del Sargento Furia y sus Comandos Aulladores (mayo de 1963).
La serie ambientada en la II Guerra Mundial, nació a raíz de una apuesta entre Lee y Martin Goodman. Extrañado ante la reciente popularidad de la editorial, Goodman se mostró escéptico al afirmar que aquel nuevo estilo que habia creado funcionaría con cualquier género. Para demostrarlo, Lee apostó que podia lograr que un cómic con el aparente desfasado tema de la guerra y con un titulo horrible fuese un éxito, ni que decir tiene que Lee ganó.
Jack kirby fue la elección obvia para ilustar las aventuras del mascapuros Nick Furia y su banda de pintorescos marginados.
Aun cuando el Comics Code prohibía cualquier tipo de brutalidad en materia de lenguaje o acción, la serie contenia la esencia de la vida militar.
Tal vez por el hecho de que Furia participaba en una guerra justa contra un mal evidente, hizo que sus hazañas históricas fueran muy populares entre los jóvenes lectores.
Para lograr realismo Kirby aportó su experiencia militar ya que en 1944 fue trasladado a Europa como tirador y asignado a la Compañia F del 11 batallón de infantería, bajo el mando del general Patton. Pronto su destacamiento desembarcó en la playa de Omaha, en Normandia, pese a entrar en combate infinitas veces Kirby estuvo a punto de perder sus pies y no por el fuego enemigo si no por el terrible frio, congelándose las extremidades inferiores y en un hospital en Francia casi le amputan los pies.
Toda esta experiencia en combate, le sirve a Kirby para dotar a la serie de realismo, pero aparte de esto se utiliza a si mismo como base para el personaje, ya que él mismo siempre estaba acompañado por un puro.
Los seis soldados que acompañaban a Nick furia constituián un grupo étnicamente variopinto y uno de ellos era un negro llamado Gabe Jones. Los estereotipos visuales que una vez fueran comunes en los cómics ya no eran aceptables para Marvel y Stan Lee se vio obligado a enviar una nota detallada a la compañia que se encargaba de hacer las separaciones de color, para dejar absolutamente claro que Gabe era negro.
El talante progresista de Marvel agradó a la mayoria de los lectores, resultando evidente que el nuevo estilo Marvel estaba causando un gran impacto en el público lector.
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