miércoles, 1 de agosto de 2012

La Antorcha Humana de Carl Burgos

Carl Burgos fue uno de los tipicos creadores de la Golden Age, joven y lleno de inquietudes, era al igual que la mayoria de sus colegas, un aficionado con talento. El concepto de profesional del comic-book aún no existia en aquella época, los artistas más veteranos se dedicaban al campo de las tiras de prensa, más prestigioso y lucrativo que el cómic convencional.
Aquellos jóvenes autores estaban desarrollando una nueva forma de entretenimiento y se ampararon en su entusiasmo en lugar de la experiencia.
El naciente medio constituia un campo de juego abierto, libre de cualquier exigencia de tradición o táctica. Burgos lo hizo todo, concibió el guión e ilustró y hasta rotuló la historia, este enfoque de autor completo daría paso con el tiempo a algo más parecido a una cadena de montaje, pero por aquel entonces eran los autores los encargados de hacerlo todo, el personaje debutó en Marvel Comics # 1 (octubre 1939) y fue publicado por la editorial Timely, convirtiéndose en uno de sus personajes más populares.
La Antorcha Humana no era en realidad humano, era un androide, un ser artificial creado en una gigantesca probeta por el profesor Phireas Horton, un error de éste ocasionó que su nueva criatura estallase en llamas al entrar en contacto con el oxigeno. Por razones de seguridad, el androide fue encerrado herméticamente en hormigón, lo que pudo haber puesto punto y final a la historia, de no ser por una oportuna fisura, logrando escapar en una explosión de furia incendiaria, prendiendo fuego a la ciudad. Cuando terminó el primer episodio, La Antorcha se habia visto envuelto con criminales y habia provocado una muerte.
Era una historia que bordeaba el terror, con fuertes reminiscencias del Frankesntein literario, estaba confundido y era inestable, La Antorcha Humana distaba de ser un héroe convencional sobre todo si se le comparaba con el noble y altruista Superman.
A medida que transcurrian las historias, iba aprendiendo más sobre el mundo que le rodeaba y perdiendo parte de su inocencia, pero estos atormentados comienzos contribuyeron a sentar un precedente del tipo de personajes imperfectos que se convertirian en la especialidad de Marvel.
Era tal vez inevitable que se dedicase a combatir el crimen, pero la antes enajenada Antorcha arriesgó su credibilidad cuando se unió a la policia, como un agente llamado Jim Hammond. En poco tiempo tanto el personaje como sus guionistas parecieron haber olvidado su origen artificial, su personalidad y su mentalidad únicas, haciéndolo más convencional.
La transformación de La Antorcha Humana de un inocente confuso en un adulto responsable fue tan radical, que un año después de su creación ya estaba preparado para asumir el rol de tutor e instructor de un chaval llamado Toro. Versión joven de La Antorcha, con poderes parecidos pero menos desarrollados, Toro fue uno de los primeros ejemplos de aquellos jóvenes compañeros tan de moda durante la Golden Age.
A diferencia de sus comtemporáneos Namor y el Capitán América, La Antorcha Humana original no fue revivida durante el espectacular renacimiento de Marvel en los años sesenta. En su lugar, Stan Lee creó una nueva Antorcha, transfiriendo el impactante aspecto a un nuevo personaje, Johnny Storm, el miembro adolescente de Los 4 Fantásticos.
El poder del fuego sigue despertando una respuesta instintiva y La Antorcha Humana es en cualquiera de sus representaciones, uno de los grandes iconos de la historia del comic-book.

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