miércoles, 16 de noviembre de 2011

La novia de Frankenstein

The Bride of Frankenstein
USA 1935
Director: James Whale.
Productor: Carl Laemmle Jr.
Guión: John Balderston, William Hurlburt.
Fotografía: John J. mescall.
Efectos especiales: John P. Fulton.
Intérpretes: Boris Karloff, Colin Clive, Elsa Lanchester, Ernest Thesiger, Valerie Hohson, Dwight Frye.
Duración: 80 minutos B/N.

Resulta evidente que James Whale con la presente película no se planteó, ni mucho menos, una simple secuela de su taquillera El doctor Frankenstein (1931). El trabajo previo de acercamiento a la historia lo realizó el escritor William Hurlburt, aprovechando la idea de Mary Shelley, relativa al deseo del monstruo de tener una compañera. Por otra parte, al propio Whale también le atraía la idea de crear una criatura femenina similar a Boris Karloff.
El guión resultante de la colaboración de Whale, Hurlburt y el entrante John Balderston, terminaría siendo uno de los más insólitos que, hasta ese momento, recordaba la memoria cinematográfica. The Return of Frankenstein (titulo inicial del proyecto) no era exactamente un film de terror si no más bien un extravagante ejercicio de fantasia trufado de negra comicidad.
Whale se negaba a que en esta pelicula la criatura se limitara a hacer las mismas cosas que en la primera, de modo que se planteó como un paso más en su lógica la evolución del personaje, asi, el monstruo aprendería a hablar acercándose a la raza humana y dando pie a que el público se identificara más con el.
El reparto fue elegido por el director, antes incluso de que el guión estuviera acabado.
Karloff y Clive repetirian sus papeles como monstruo y doctor respectivamente, a estos se añadirian las impagables presencias de Una O´Connor y Ernest Thesiger, quien daría vida la doctor Pretorius, el villano de la trama.


El mayor problema para los guionistas, fue hallar una explicación más o menos verosimil para la reaparición de la supuestamente fallecida criatura. Finalmente, la solución fue incluir un prólogo en el que aparecen Lord Byron y Percy Shelley, revelándose así la naturaleza puramente de ficción de todo lo acontecido en la anterior película.
La historia narrada en El doctor Frankenstein resulta de esa forma presentada, nada más que como un cuento nocturno contado por la futura novelista para entrener a sus compañeros. Gracias a esa pirueta argumentistica, Whale quedaba con las manos libres para dirigir esta segunda parte por los caminos que más le interesasen, sin atender a ninguna de las engorrosas convenciones propias de las segundas partes.

Ahora bien, el realizador no olvida que aparte de sus fantasias personales, debia introducir en el film elementos del más puro terror, que era al fin y al cabo lo que el público deseaba ver. Como consecuencia de todas estas tensiones creativo-comerciales, Whale conseguiría la obra mestra de su sofisticada aunque irregular filmografia, evitando las flaquezas de su predecesora e integrando los dispares ingredientes de esta inusual historia en un poema de tristeza profunda, con la imposibilidad de transcender las rigidas leyes de la naturaleza, de amar y comunicarse, como ejes fundamentales.
La sublime fotografía de John J. Mescall, los ingeniosos efectos especiales de Jpohn P. Fulton, las cómplices interpretaciones del quinteto protagonista y por supuesto la refinada puesta en escena de un Whale en la cima de su carrera, convierten a  La novia de Frankenstein en una de las más retorcidas obras maestras del cine.

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