lunes, 16 de abril de 2012

Bruce J.Hawker

Integral de Ponent Mon, que recoge la edición completa de las aventuras de Bruce J. Hawker, navegante y aventurero inglés. El autor de la misma es el guionista e ilustrador belga William Vance, famoso por series como Bruno Brazil, Bob Moraney o su obra más aclamada XIII.
Esta serie fue creada en 1976 para la revista Femmes d´aujourd´hui y tres años más tade seria la revista Tintin Hebdo la que publicaría las historias de nuestro ilustre marino.
Bruce J. Hawker, adoptado por Lord Hawker, es un joven teniente de la Royal Navy, que en 1880 recibe la misión de proteger a un convoy maritimo, que transporta un arma secreta con destino a Gibraltar. Su navio el Lark, es un viejo e inoperante cascarón y sus cañones están obsoletos, con todos estos factores en contra y su honor en juego, es derrotado y capturado por los españoles.
Tras pasar un sinfin de peripecias logra escapar y a su llegada a Londres, es repudiado por su padre y despreciado por su prometida. A la espera de un consejo de guerra,  Bruce hará lo posible para recuperar su mancillado honor.
Esta primera parte de la trama, más exactamente los tres primeros álbumes, son de tono naval, con grandes batallas, donde el joven ayudado por el oficial y amigo Lund, demostrará toda su pericia como navegante.
A partir del cuarto album y con guiones de André Duchâteau, las aventuras marinas son más espaciadas y la serie deriva a intrigas más mundanas, con bandidos gallegos o con un misterioso personaje que rapta aristócratas, para pedir un fuerte rescate. Con todo ello las aventuras de Bruce J. Hawker son un clásico del cómic europeo, llenas de acción a raudales.
Aunque tienen un pero y es que los tópicos a veces les juegan una mala pasada a los autores, ya que Inglaterra también estuvo en guerra con la Francia napoleónica, cosa que el autor obvia, siendo los enemigos los españoles. Los oficiales ingleses son apuestos, aseados, honorables y valientes, los españoles son sucios, ignorantes y mezquinos, cosa incierta y que puede llegar a irritar.
Pero dejando de lado estos tópicos, la historia es francamente entretenida y está bellamente dibujada, tanto en sus detallados enfrentamientos navales, como en retratar bellos paisajes y hermosas mujeres, Vance nos da muestra de su enorme talento, asi que aprovechemos para leer, una buena obra de un autor al que el parkinson ha retirado de su tablero de dibujo.
Un último detalle, Ponent Mon con estos inflados precios va alejar a los aficionados de estos clásicos europeos, una verdadera lástima.

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