viernes, 29 de abril de 2011

La Invasión de los Ladrones de Cuerpos

INVASION OF THE BODY SNATCHERS

USA 1956
Director: Don Siegel
Productora: Walter Wanger Productions.
Productor: Walter  Wanger.
Guión: Daniel Mainwaring.
Fotografia: Ellsworth Fredrickd.
Intérpretes: Kevin McCarthy, Dana Winter, King Donovan, Carolyn Jones, Larry Gaters, Jean Willes, Whit Bissel.
Duración: 80 minutos, B/N.

A requerimiento de su preocupada ayudante Sally (Jean Willes), el doctor Milles Bennell (Kevin McCarthy) abandona un importante congreso de medicina para regresar urgentemente a su pueblo natal, Santa Mira, con objeto de atender cuanto antes a un número inusualmente alto de pacientes.
Numerosos vecinos parecen sufrir de pronto una especie de psicosis que les lleva al convencimiento de que sus familiares más cercanos resultan en realidad impostores, réplicas físicamente idénticas a sus seres queridos, aunque carentes por completo de los sentimientos y emociones de éstos. También para sorpresa del doctor, a las pocas horas esas mismas personas afirman haberse olvidado del todo de sus recientes temores, no volviendo a conceder ninguna importancia al asunto, al tiempo que comienzan a descuidar sus quehaceres cotidianos.

En un primer momento, tanto Milles com su ex-novia (Dana Wynter) se resisten a dejarse alarmar por la evidente anormalidad de los hechos, sin embargo el tenebroso descubrimiento por parte de sus amigos Jack (King Donovan) y Theodora (Carolyn Jones) de un cuerpo inmóvil, al principio sin ningun rasgo diferenciador y poco más tarde un duplicado exacto del propio Jack, les hará convencerse de que se encuentran ante una silenciosa e inexorable invasión llevada a cabo por unas formas de vida de origen desconocido, capaces de adoptar cualquier apariencia e incluso absorver todos los recuerdos, aunque no sus emociones, de su contrapartida humana.

Por desgracia, al tratar de compartir sus fundados temores con otros amigos y familiares, descubrirán con terror que la mayoria de ellos ya han sido sustituidos por dichos seres sin sentimientos, los cuales planean extender sus redes, primero a los pueblos cercanos y más parte al resto del planeta.
Agobiante y frenética obra maestra del celuloide fantástico, La inasión de los ladrones de cuerpos constituye una de las elevadas cotas alcanzadas por la ciencia ficción estadounidense durante la fértil década de los 50.

Basada en la novela The Body Snatchers de Jack Finney, publicada por entregas en el magazine Collier y ampliada a su vez de un relato anterior del mismo autor titulado Sleep no more, la pelicula ha sido objeto de un controvertido debate en torno a sus posibles implicaciones politicas subyacentes. Considerando que fue rodada en plena guerra fria, durante la presidencia de Eisenhower y en el momento en que el senador Joseph McCarthy se hallaba en la cima de su poder, resulta evidente que las múltiples dudas interpretativas se han centrado en descifrar si nos hallamos ante un film anti-McCarthista (siendo los invasores una alegoria a las huestes fascistas del nefasto senador) o por contra, una obvia alegoria anticomunista (siendo los invasores una representación del miedo a lo rojo).

Lo cierto es que tanto una como otra postura encuentran en el largometraje no pocos asideros válidos, de modo que atendiendo a criterios exclusivamente cinematográficos, lo único que permanece hoy fuera de toda duda es su extremo y seco vigor narrativo, su desarrollo sin concesiones, un milimetrado y taquicárdico sentido del ritmo en aras de una atmósfera progesivamente claustrofóbica; todo ello urdido con superior maestria por el aún no demasiado reconocido Don Siegel, uno de los más grandes artesanos que jamás haya dado la serie B.
Finalmemte señalar que asustados por la crudeza del resultado inicial y contra los deseos expresos del propio realizador, los directivos del estudio añadirian posteriormente los tranquilizadores prólogo y epilogo que todos conocemos y que suavizan un tanto las pesimistas ideas del relato.

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