martes, 19 de abril de 2011

Regreso a la Tierra

This Island Earth

USA 1955
Director: Joseph Newman.
Productora: Universal.
Productor: William Alland.
Guión: Franklin Cohen, Edward G.O. Callaghan.
Fotografia: Clifford Stine.
Efectos especiales: Clifford Stine, Stanley Horsley.
Intérpretes: Jeff Morrow, Faith Domergue, Rex Reason, Russell Johnson, Douglas Spencer, Reg Parton, Ed Parker.

Unos alienígenas procedentes del planeta Metaluna, inmersos en una cruenta contienda galáctica con otra especie conocida como los Zahgons, llegan a la Tierra con objeto de raptar a un puñado de los más brillantes científicos humanos para que éstos le ayuden a reparar el dañado escudo planetario que protege su mundo de los ataques exteriores.
Sin embargo, al poco de llegar a Metaluna, los Zahgons desintegrarán por completo el escudo, sembrando el caos en el planeta. Un par de cientificos humanos (Rex Reason y Faith Domergue) consiguen escapar en el último momento, antes de la destrucción total del planeta, gracias al sacrificio de un benigno extraterrestre (Jef Morrow).

Pese a tratarse, en apariencia, de otra tipica space opera, con alienigenas involucrando a los terráqueos en conflictos interplanetarios, This Island Eatrh presenta una serie de caracteristicas que le hacen transcender por encima de esas estrechas coordenadas genéricas. En primer lugar, los extraterrestres son representados con trazos más favorecedores que en la mayoria de peliculas de la época.
Aqui, los habitantes de Metaluna no resultan, ni mucho menos una amenaza para la Tierra y si recurren al rapto de los cientificos humanos es sólo para asegurarse de su colaboración, necesaria dado lo desesperado de su situación.

Otro de los aspectos exóticos de la trama es el convencimiento de que la energia atómica puede ser utilizada con fines benéficos y no sólo como portadora de muerte, algo en verdad inusual en este género tan esencialmente pesimista.
Por otra parte, desde un punto de vista estético, la pelicula constituye una de las experiencias más hipnóticas que la serie B proporcionó durante los 50, de hecho fue uno de los últimos largometrajes rodados en Technicolor, no sólo por el preciosismo cromático esgrimido en la construcción de decorados y vestuario, si no también por lo deliciosamente imaginativo de sus efectos especiales y lo extravagante de sus maquillajes.

Por desgracia, ni la dirección, rutinaria y desganada de Newman, ni las interpretaciones de Reason y Domergue se hallan a la altura de la maravillosa iluminación de Stine y del guión, tremendamente moral y rico en alegorias camufladas de clichés génericos.
En la espectacular secuencia final de la destrucción final de Metaluna, colaboró el mismisimo Jack Arnold, uno de los más grandes maestros de la ciencia-ficción de la progiosa época de los 50.

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