viernes, 22 de abril de 2011

Los Vengadores de Stan Lee y Jack Kirby

En seprtiembre de 1963, Marvel ya estaba en condiciones de cumplir el deseo de Martin Goodman (dueño de la editorial) de que la compañia publicase una serie repleta de personajes al estilo de la JLA de DC. A finales de ese año, la editorial tenia superhéroes más que sobrados y algunos fueron reclutados para formar un nuevo grupo llamado Los Vengadores.
Los Vengadores originales estaban compuestos por Iron Man, Thor, Hulk y el Hombre Hormiga, y como no, su compañera La Avispa. La inclusión del antisocial Hulk en el grupo fue una extraña elección, incluso para una compañia cuya especialidad eran las frecuentes disputas entre los personajes. Hulk dejó el equipo en el segundo número de la serie, pero regresó en el tercero para combatir a los restantes Vengadores con la ayuda del siempre malhumorado Namor.
Jack Kirby realizó el lápiz de la serie durante sus primeros ocho números, para a continuación hacerse cargo el competente Don Heck.
Los Vengadores ofrecia a menudo imágenes de multitudes, siendo habitual que múltiples villanos aparecieran para combatir a los numerosos héroes.

Dada la anárquica naturaleza de los superhéroes Marvel, no es de extrañar que en el transcurso de los años, Los Vengadores se hayan revelado como un supergrupo singularmente inestable.
Kirby, que a menudo establecia el estilo visual de las nuevas series para a continuación pasar a otros proyectos, permaneció en la colección el tiempo suficiente para dibujar una vez más al miembro que conseguiria ser el corazón y el alma del equipo: El Capitán américa, el gran héroe de la Golden Age, creado por Joe Simon y Kirby en 1941, y que fue revivido en 1964 cuando el furibundo Namor, lanza al mar un cuerpo congelado, al que los Vengadores rescatan de las frias aguas del ártico, para descubrir con asombro que era el antiguo personaje, por el que la mayoria sentia admiración. El Capi no tardaria en asumir el mando de todo el equipo y en el nº 16, era la única gran estrella que quedaba en él.


Stan Lee admite que durante ese período, las historias interconectadas del Universo Marvel empezaban a confundirle incluso a él. Mantener a personajes estrella como Thor en Los Vengadores sin contradecir la información de la propia serie del personaje se estaba convirtiendo en una tarea complicada.
Como resultado, Los Vengadores experimentaron un cambio de guardia y El Capitán América pronto se encontró dirigiendo a un varipointo grupo de villanos reformados compuesto por Ojo de Halcón, Mercurio y su hermana La Bruja Escarlata. De estos nuevos personajes, Ojo de Halcón, un arquero arrogante y sarcástico, fue el que más popularidad alcanzaria.

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