miércoles, 10 de agosto de 2011

The Day of the Triffids

Gran Bretaña: 1963
Director: Steve Sekely.
Productora: Allied Artists- Security Pictures.
Productor: George Pitcher.
Guión: Philip Yordan.
Fotografía: Ted Moore.
Música: Ron Goodwin.
Montaje: Spencer Reeves.
Efectos Especiales: Wally Veevers.
Intérptetes: Howard Keel, Kieron Moore, Janette Scott, Nicole Maurey, Mervyn Johns, Allison Leggatt, Ewan Roberts, Janinia Faye, Alexander Knox.
Duración: 93 minutos, Color.

La obra literaría del británico John Wyndham, siempre adscrita al género fantástico con una fuerte predilección por los contenidos catastróficos, daría lugar durante los años 60 a varias adaptaciones cinematográficas, El pueblo de los malditos, (1960), Children of the Dammed (1963), ambas inspiradas en la novela los cuclillos de Midwich y esta que nos ocupa The day of the Triffids, basada en uno de sus célebres escritos.
El largometraje narra la invasión terrestre por parte de una mortifera especie vegetal de procedencía alienígena, cuya veloz capacidad reproductiva pone en jaque a la humanidad, mayoritariamente ciega a causa de la misma lluvia de meteoritos que trajo a las plantas extraterrestres.


Howard Keel interpreta a un oficial de la marina norteamericana, que paradójicamente, conserva la vista al haber tenido los ojos vendados durante la invasión, el será el encargado de liderar a un pequeño grupo de resistentes, todos con la visión intacta.
Finalmente, descubrirán el modo de aniquilar a las plantas invasoras, nada menos que con agua salada, en un climax muy similar al de The Begiwing of the End (1957) de Bert I. Gordon.

El guión, firmado por Philip Yordan, también productor bajo el seudónimo de George Pitcher, abunda tanto en inconsistencias como en baches narrativos y la realización, más bien rutinaria, no logra mantener el interés del entretenido y ágil material original.
Film de producción más que accidentada y mediocre trayectoria comercial, The Day of the Triffids sería el penúltimo titulo en la prolifica y poco llamativa carrera del húngaro Steve Sekely, recordado principalmente por los aficionados al fantástico gracias a Revenge of the Zombies (1943).

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