Steranko.

Acaso el más innovador de los nuevos talentos que emergieron en Marvel a finales de los años sesenta fuera Jim Steranko, cuyas atrevidas innovaciones en materia de grafismo, composición y diseño sorprendieron a los lectores de Captain America, The X-Men y Nick Fury.
Trabajando en todos los géneros, desde el romance hasta lo sobrenatural, Steranko transformó la composición de la página de los cómics. Asi, jugó con el tiempo y el espacio, sirviéndose de una insolita disposición de las viñetas y utilizó la técnica de incluir anuncios periodísticos y fotografias en su búsqueda del espacio definitivo.
Supervisaba incluso el coloreado de sus páginas y portadas, que a veces jugaban a crear  ilusiones ópticas. "No podías apartar la vista de su trabajo", comenta Stan Lee. "Su estilo era explosivo. Dibujaba como se intenta dibujar ahora."

Guionista y dibujante, Steranko había trabajado en casi todo, desde la música hasta la magia. De modo inesperado, ejecutó un acto de fuga, tan sorprendente como cualquiera que hubiera protagonizado sobre los escenarios, al dejar los cómics cuando la década de los sesenta tocaba a su fin.
Demasiado perfeccionista para estar sometido a cualquier tipo de plazo de entrega, Steranko tenía otras ambiciones e intereses. Escribió una historia en dos volúmenes de la Golden Age del comic-book y posteriormente, publicó su propia revista sobre cine.
Fue uno de los primeros de una casta de autores que vieron el cómic como un medio de expresión más que como un negocio, Steranko causó sensación y luego decidió desaparecer