martes, 21 de diciembre de 2010

Detective Comics de Ed Brubaker

Brubaker es un pura sangre, un guionista excepcional, todo lo que toca ya sea para Marvel o DC se convierte en oro, obras como Gotham Central, Catwoman, Daredevil, Capitán América, Criminal o Sleeper, dan muestra de su enorme talento convirtiéndolo en una refencia del cómic actual.
Este tomo nos ofrece los dos arcos argumentales que creó para Batman, más exactamente para Detective Comics, en el primero de ellos "Cálculos Aproximados" Brubaker nos muestra como un suceso del pasado afecta a los enemigos del Señor de la Noche, pues alguien los esta eliminando y dejando junto a sus cadáveres una moneda marcada por las dos caras. En esta historia Batman deja de lado su parte super-heroica para mostrarnos su capacidad como detective y ahi es donde brilla el guión, pues la trama esta engranada de forma perfecta, ya que la historia de la misma parece una novela de Conan Doyle con Holmes como protagonista.
Los diferente sucesos que ocurren durante las investigaciones de Batman, te tienen totalmente enganchado y esperas con ansiedad el desenlace de la historia, el cual no defrauda. Un arco argumental excelente de Brubaker que incluso tiene tiempo de homenajear a los monstruos clásicos de la Universal, ya que el villano tiene cierto parecido con El Fantasma de la Opera.


En cuanto al dibujo el encargado del mismo es Tommy Castillo, el cual sin grandes alardes cumple, ya que es un buen narrador, aunque quizás a la historia le fuera mejor otro tipo de dibujante, que sacara más juego a los juegos de luces y sombras tipo Michael Lark o Sam Phillips, pero el guión es tan bueno que el dibujo, la verdad sea dicha, es lo de menos.


En el segundo arco argumental, un cadáver con la incripción en el pecho "hecho de madera" será el catalizador por el cual Batman deberá volver a demostrarnos sus dotes detectivescas, ya que los mismos crímenes sucedieron 40 años atrás, pero no está solo, ya que en su ayuda acudirá el Centinela (el Linterna Verde original); esta historia, pese a tener cierto paralelismo con la anterior, es de corte más clásico. Sin ser tan brillante como su predecesora, esta historia sigue siendo una obra superior a la media, su dibujante es Patrick Zircher, que hace un trabajo muy digno.
En resumen dos historias brillantes que nos demuestran porqué Brubaker, es a dia de hoy,  uno de los mejores guionistas del medio, por no decir que es el mejor.

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